Sevilla plantea darle una tarjeta de vecindad a las personas sin hogar que no puedan empadronarse
Las personas sin hogar de Sevilla tendrán un documento acreditativo, una especie de tarjeta de vecindad que permita suplir los casos en los que hay dificultades para el empadronamiento. Y es que estar empadronado es la principal puerta de acceso a los servicios de los municipios, de ahí que el Ayuntamiento hispalense baraje esta posibilidad dentro de un plan específico que incluye otras medidas, como considerar a este colectivo como prioritario en el acceso a una vivienda pública y a los planes de empleo municipales.
Así lo plantea un informe que este jueves ha aprobado por unanimidad en el pleno, en el que se recogen 56 propuestas para mejorar la atención que actualmente se presta a las personas sin hogar en Sevilla. El documento ha sido elaborado por la Comisión no Permanente de Emergencia Sociolaboral que funciona desde 2019, a la que el pasado mes de febrero se le encomendó (merced a una moción de Adelante Sevilla) que abordara también la cuestión de este colectivo, y para eso plantean recomendaciones acordadas con las entidades que trabajan con el mismo.
El informe había recibido previamente el respaldo unánime de todos los grupos en la Comisión Delegada del Área de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social. Y su objetivo es mejorar varios aspectos: los recursos de salud e higiene, el acceso administrativo y la formación e inserción sociolaboral, además de reforzar la coordinación entre áreas y empresas municipales entre sí y con otras administraciones.
Control sanitario y espacios con lavadoras
De esta manera, se plantea la necesidad de crear más espacios con baños y servicios públicos y con lavadoras, así como sistemas adecuados para proveer de calzado y ropa. Desde el punto de vista sanitario, y además del control de ciertas enfermedades (VIH, hepatitis C…), se aboga por mejorar la atención psicológica y el tratamiento y acceso a los fármacos necesarios por problemas de salud mental y adicciones.
Dentro del bloque para mejorar el acceso administrativo es donde se plantea “valorar la viabilidad” de la tarjeta de vecindad, para que así las personas con dificultades en el empadronamiento puedan acudir a los servicios municipales. Paralelamente, se aboga por crear el Observatorio de Personas Sin Hogar, “para conocer tanto cualitativa como cuantitativamente las cifras y condiciones reales” del sinhogarismo en Sevilla. Este año, por cierto, el gobierno local quiere actualizar el censo, ya que el último data de 2016, cuando se reflejó la presencia de 444 personas en esta situación
Inclusión en las cláusulas sociales de los contratos
Además de una base de datos única que gestionen el Ayuntamiento y entidades acreditadas para conocer los recursos existentes, se plantea que el colectivo sea considerado “prioritario de especial protección” en el acceso a una vivienda pública y que se reserven plazas específicas en los planes de empleo propios del Consistorio. Junto a ello, favorecer su inclusión en las cláusulas sociales de los contratos públicos, “racionalizar” la convocatoria de subvenciones municipales para adaptarlas a sus necesidades y mejorar la atención en el uso de los recursos telemáticos para solicitar los servicios en las distintas administraciones.
En cuanto a los servicios existentes, se insta al Ayuntamiento a descentralizarlos, algo a lo que ya se ha comprometido el gobierno local ante la acumulación de recursos en el distrito Macarena. Se proponen asimismo mejoras en los albergues para reforzar la seguridad, permitir que convivan parejas y desarrollar programas para la atención a los animales que acompañan a estas personas.
Facilitar el acceso a la función pública
Incluso se llega a plantear que en los planes estratégicos dirigidos a este colectivo “se pueda facilitar el acceso a la función pública de las personas sin hogar estableciendo una puntuación favorable en las fases de concurso”. En cuanto a los comedores sociales, son varias las recomendaciones: sombras en los meses de calor, “vigilancia discreta” de la Policía Local, planes especiales de Lipasam y la instalación de módulos sanitarios durante el tiempo de reparto de comida.
Otras propuestas pasan por el desarrollo de una campaña municipal contra la aporofobia (fobia a las personas pobres o desfavorecidas) y una encuesta entre los propios sin hogar para conocer por qué no usan los servicios disponibles y proponer así mejoras. Medidas, en definitiva, que vendría a reforzar la Estrategia Municipal Integral de Atención Social a Personas sin Hogar 2019-2023, en la que se hace una reflexión que se ha tenido muy presente en la elaboración de estas sugerencias: “Las condiciones que sufren las personas sin hogar constituyen probablemente el peor rostro de la exclusión social y, además, el más visible”.
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