Los perros abandonados matan en Aragón más ganado que el lobo y el oso
La fiera vive, o al menos vivía, en casa: los ataques al ganado de perros asilvestrados o abandonados casi duplican en mortalidad a los que desata el lobo, cuya presencia en Aragón quedó confirmada hace unos meses, mientras las víctimas de los ejemplares de oso reintroducidos por Francia en la cara norte del Pirineo siguen siendo escasos en esta comunidad.
No obstante, la alarma desatada en el sector ganadero por la presencia de ambas especies silvestres ha llevado al Gobierno de Aragón a habilitar una línea de subvenciones de medio millón de euros para “paliar los sobrecostes derivados de las situaciones de riesgo provocadas por la presencia de estas especies y la adopción de medidas de autoprotección como incentivos a la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas”.
Las ayudas, consideradas escasas por algunas organizaciones agrarias, llegarán hasta seis euros por oveja, con un límite de 2.000 cabezas, y estarán destinadas a adquirir vallados fijos o portátiles, comprar pastores eléctricos y hacerse con perros mastines o montaña del Pirineo y asegurarlos. Cubrirán el 100 % del gasto, con límites de 3.000 euros en los dos primeros casos y de 600 en el tercero, más 200 para la póliza.
Ayudas preventivas
El Gobierno de Aragón desestimó incluir en la orden que regula esas ayudas compensaciones por la pérdida de animales como consecuencia de los ataques de lobos, aunque siguen vigentes para los de osos, ya que las cubren los seguros agrarios en caso de que el ganadero los tenga contratados.
En cambio, optó por paliar los sobrecostes derivados de las situaciones de riesgo provocadas por la presencia de estas especies y de la adopción de medidas de autoprotección, informó la Consejería de Desarrollo Rural.
Los osos han atacado algunos rebaños en los últimos años en las comarcas del Pirineo oscense, principalmente en la Ribagorza y la Jacetania, a las que llegan los ejemplares del programa de reintroducción que Francia comenzó a desarrollar a finales de los años 90.
La aparición del lobo quedó confirmada a mediados de 2017, cuando fue localizado un ejemplar de origen italiano, posiblemente procedente del Pirineo catalán, al que se le atribuyen varios ataques a rebaños en Los Monegros, la Hoya de Huesca y las Cinco Villas. En principio, los técnicos del Gobierno de Aragón descartan que haya más de un ejemplar en esa zona de la comunidad.
Balance de ataques
Cada ataque del lobo, escasos ya que su dieta se basa en animales silvestres y habitualmente se alejan de las zonas pobladas, suelen provocar varias bajas en el rebaño, en unas ocasiones por asfixia o aplastamiento al apelotonarse los animales en un extremo del corral, además de daños colaterales como abortos.
Sin embargo, según la información que maneja el propio Gobierno de Aragón, en la comunidad son más habituales los ataques de perros al ganado que los del lobo.
Una respuesta parlamentaria del consejero de Desarrollo Rural, Joaquín Olona, al diputado del PP Miguel Ángel Navarro señala que entre marzo de 2017 y abril de 2018 se atribuyen al lobo 22 ataques con 117 ovejas muertas y 35 heridas, mientras que en ese mismo periodo los perros asilvestrados o abandonados se cobraron 226 cabezas en nueve episodios.
La misma respuesta admite que en esos datos se atribuyen al lobo algunos ataques en los que “no se ha podido atribuir claramente dicha autoría, pero existe una duda razonable al respecto (ya sea por los resultados de la necropsia o por datos obtenidos en campo)”.
Un estudio elaborado por el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) en Álava y Burgos concluye que el ganado supone más de un 33 % de la dieta de los perros asilvestrados, mientras que apenas alcanza el 3 % en el caso del lobo.