Con la educación no se juega, se progresa

La nueva ley educativa (LOMLOE) nace como una ley apoyada por amplios sectores y sensibilidades que creen en la educación como progreso y como igualdad de oportunidades. Por tanto, el consenso existe, aunque sea incompleto por la intolerancia de las derechas al pacto educativo. Prefieren polarizar a construir acuerdos responsables. 

La LOMCE de Wert fue una ley de partido único, retrógrada e ideológica. Empeoró los resultados, abandonó a la educación pública a su suerte y se acompañó de 9.200 millones en recortes y precarización del profesorado. Todo un retroceso que ha debilitado la equidad y calidad educativa en la última década. 

Con la educación se progresa, no se juega ni se utiliza para fines partidistas. No hay pacto educativo amplio porque las derechas se autoexcluyen desde 1978, y nos impone su modelo de forma unilateral cuando ganan por mayoría absoluta. Miran más al pasado que al futuro. 

No hay educación de calidad si hay brechas de equidad. La nueva Ley LOMLOE refuerza como nunca la equidad y el buen uso de los fondos públicos para que no haya privilegios, por eso braman las derechas. 

Nadie quiso la LOMCE, solo el Partido Popular. Provocó la primera huelga general de toda la enseñanza pública en democracia. Provocó el rechazo del 87,6% del profesorado y otro 80% opinaba que España no necesitaba un nuevo cambio normativo. 

Cuando el Partido Popular pierde la mayoría en 2016, el Congreso vota la propuesta del PSOE para frenar el calendario de implantación de la LOMCE apoyada por toda la oposición y la abstención de Ciudadanos. Al verse perdedor, el PP decide suspender su ley. Por tanto, el PP solo apoyó la LOMCE durante 3 años tras haberla aprobado, dejándola en suspenso y creando un galimatías jurídico posterior que ya ha resuelto la nueva ley LOMLOE. Así trata el Partido Popular a la educación española. 

El PP carece de una visión de Estado y está induciendo a una seria irresponsabilidad llamando a las comunidades autónomas a incumplir la LOMLOE. Es impropio de un partido democrático. Es un caso único en Europa y su posición beligerante es más propia del populismo libertario de derecha extrema que de un partido liberal. Comete el grave error de identificarse tan solo con los intereses de la educación privada, abandonando la escuela pública. Ejerce como un grupo de presión de intereses particulares.

La LOMLOE no busca ningún conflicto y propone un acuerdo que se inspira en la tradición de diálogo que siempre ha ofrecido el PSOE para que la educación sea motor del progreso social y económico de nuestro país. Cualquier derecha democrática europea daría su apoyo a una ley de país que es coherente, sensata y avanzada.