Un nuevo filósofo

No es que estos eruditos traten de hallar una nueva corriente de pensamiento en el ingenio de la factoría de guionistas que construye el personaje del galeno cada semana. Pero sí se sirven de sus actitudes y lapidarias frases para sostener y argumentar conceptos de la filosofía clásica. Supongo que para quienes se quieran acercar a esta disciplina sin un bagaje previo, será mucho más sencillo identificar ideas y silogismos con un referente tan accesible como es un personaje televisivo. Y más si tiene el desparpajo y la ironía de éste. Van aquí algunas perlas del mediático facultativo:House habla de la edad de perro de Wilson, que tiene 17 años, y le dice: “Qué bárbaro, son unos 120 años humanos. ¿Por qué no se muere?”. Un ejemplo de lógica aplastante, aunque descarnada del más mínimo sentimiento o empatía. El especialista en diagnósticos desquiciados también tiene su particular filosofía sobre las relaciones con las mujeres y, desde su particular perspectiva, suelta perlas como ésta: “Sólo voy al teatro si me obliga una mujer a la que quiero ver desnuda”. De esta sentencia podría desarrollare todo un tratado sobre las acciones, sus fines, orígenes y su ética.Claro que cambia de estrategia si se trata de ganar, una de sus obsesiones, así que cuando no puede convencer, como en una ocasión en que discute con la doctora Cameron, le advierte: “Tengo un vejiga llena y sé cómo usarla”. El miedo como último argumento. Puestos a ofrecer paralelismos con grandes nombres de la filosofía, House bien podría ser un digno heredero de Maquiavelo refinado por Hobbes.

Esperanza Pamplona