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Y al privar a mis ojos...

Cristino de Vera / Cristino de Vera

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“Fedra” de Racine. Versión de Simone Weil

* * *

Y aquí de esta ceguera del ser, cuando la muerte llegue...ese enigma que ha hecho levantar Templos Sagrados

El Taj Majal (India)

Las Pirámides de Egipto

El Requiem de Mozart

La blanca claridad de un caballo blanco de Piero

de la Francesca.

La inerte plenitud de los animales y plantas que germinan la tierra.

La leve caída de una hoja de otoño que cruza la mirada de una joven de pelo de oro...y sus cabellos sufrieron el temor y temblor de la tarde

(“La Primavera”. Sandro Boticcelli, Galería Ufizzi. (Firence).

La quietud creando un ritmo y rictus de tan enigmático dolor en la geometría y ritmo del dolor. (“La Pietat de Avignon”. Museo del Louvre)

* * *

La mortaja silenciosa de los millones de hombres y mujeres que fueron

arrojados por otros a los abismos silenciosos de la noche y de la nada.

“El carro de la muerte” de Brueghel. Museo del Prado.

La quietud...el éxtasis...de esa fría mañana en que 5 negros pájaros

cruzaron mi retina en el Alters de Hamburg. Navidades del 64...y en

su negrura y apartando la nieve...consiguieron la ruta a seguir por el

laberinto humano de las horas y los días...de mi vida.

Siempre aprendiendo a no aprender como aconsejaban profetas antiguos...

Saber no sabiendo...

Aprender a que la pequeñez de tu alma sea cada instante más diminuta...más humilde...más leve...más silente.

Las hormigas e insectos que pueblan el planeta, la irisada luz...el Iris iluminado que adorna los amaneceres de los días.

El cegado por la nieve día más yacente que vieron mis ojos...

y el cruce de un hombre que volaba por los límites iluminados de

esa blanca mañana...con la escarcha de unas flores malvas que

enredaban sus manos.

“Figura en levitación”. Mark Chagall, en San Petersburgo.

* Cristino de Vera es pintor, Premio Nacional de Bellas Artes y Premio Canarias de Arte.

Cristino de Vera*

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