El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Las tenues líneas rojas de Coalición Canaria
Titular del periódico La Provincia del Día de los Difuntos: “Montero ‘paga’ la deuda a Canarias y acerca a CC a un posible ‘sí’ a Sánchez”. Con su sumario correspondiente: “Clavijo cierra con la ministra de Hacienda el traspaso de todas las partidas pendientes de 2023: ”Este es un buen paso para negociar la investidura“. Última frase del primer párrafo de la misma información: [Montero y Clavijo] repasaron este martes [31 de octubre] la evolución de esos pagos pendientes y constataron que la mayor parte de ellos o se han realizado en las últimas semanas, o están ya en tramitación”.
Coalición Canaria empezó a imponer sus líneas rojas a cualquier candidato a la investidura justo al día siguiente a las elecciones generales del 23 de julio. La Ejecutiva Nacional del partido acordó, “en un ejercicio de coherencia” respecto a su posicionamiento en la campaña electoral, mantener sus líneas rojas frente a cualquier Gobierno “en el que esté dentro Vox o Sumar”. Palabra de Clavijo.
De ese modo, se sumó con jolgorio a Vox y a UPN a dar su voto a la investidura premeditadamente fallida de Núñez Feijóo arguyendo que el Partido Popular gobernaría sin Vox (carcajadas en el patio de butacas) y que había suscrito la llamada Agenda Canaria, un compendio de exigencias en torno a los tan traídos y llevados fueros canarios y la financiación del Estado, en la línea habitual de las posiciones victimistas de siempre, con el añadido de la crisis del volcán de La Palma que tanto rédito ha dado a las asociaciones de damnificados controladas por el partido y que se tradujeron en una interesante bolsa de votos en esa isla.
Fracasada la investidura de Feijóo, Coalición Canaria se zambulló en un agitado mar de contradicciones. De repente, desapareció como por ensalmo la línea roja de un gobierno en el que esté Sumar para ser sustituida por la de la amnistía, cuyo flamante senador por la Comunidad Autónoma, Pedro Sanginés, redujo a la condición de “insultante” sin haber conocido (porque nadie lo podía conocer) algún aspecto de tal elemento clave de la investidura de Pedro Sánchez. Es “insultante”, dijo Sanginés en la tribuna de oradores de la Cámara Alta, “porque el PSOE no lo llevaba en su programa electoral”, lo que automáticamente convertiría en igualmente insultante el cambio de criterio de Coalición Canaria y el Partido Popular, que llevaban en sus respectivos programas una rebaja de dos puntos en el IGIC que ya ha quedado en nada por “circunstancias sobrevenidas”. Las mismas que ahora llevan al PSOE y a Sánchez a cambiar su criterio sobre una amnistía a los cabecillas del procés.
Sanginés, al que Clavijo convirtió en su sustituto en el Senado en nombre de la Comunidad Autónoma para que gozara de las mismas mieles del aforamiento que él aprovechó convenientemente ante el Tribunal Supremo, fijaba públicamente su posición para que la escuchara claramente el presidente de la Sala Segunda, Manuel Marchena, de modo que sepa que es de los suyos cuando le lleguen las causas que el expresidente del Cabildo de Lanzarote acumulaba hasta ahora en los juzgados de esa isla.
Coalición Canaria volvía a convertirse en el único partido “nacionalista” contrario a esta vía de soluciones al problema catalán, en una posición bastante alejada de su socio de referencia, y del que presume, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que no solo no repudia los acuerdos con los independentistas, sino que es capaz de bendecirlos y de respaldar un gobierno en el que se integre Sumar. O el más radical con Podemos, como quedó probado esta pasada legislatura.
Constatado lo cual, convendría ya ir descatalogando a Coalición Canaria como partido nacionalista para pasar a llamarlo regionalista a secas, sin etiquetas ideológicas que pudieran ayudar a aclarar el potaje interno que tiene, por mucho que prevalezcan recurrentemente las tesis más conservadoras que impone el sector tinerfeño y tinerfeñista de la todavía viva y coleante Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI).
Pero, a lo que íbamos. La alegría con la que Fernando Clavijo salió el martes de su reunión con la ministra de Hacienda al comprobar que, como todos los años a estas alturas, los traspasos presupuestarios del Estado pendientes con Canarias están en marcha, desembocó en una suerte de galimatías que impidió a los periodistas presentes conocer con algo de precisión cuál va a ser la postura de Coalición Canaria ante la investidura de Pedro Sánchez. Si Sumar ya no es una línea roja ni tampoco parece que lo será la amnistía, debemos entender que bastará con firmar la llamada Agenda Canaria para tener a la diputada regionalista Cristina Valido toda esta próxima legislatura haciendo su particular máster en anadramismo hasta igualar en intensidad propagandística y furor dialéctico a su antecesora tinerfeña en la Cámara.
Sobre este blog
El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
0