La Laguna recupera su catedral tras doce años de obras
El ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, ha asegurado este sábado que el Estado ha mantenido su compromiso con la catedral de La Laguna, “aún en tiempos de extrema austeridad presupuestaria”. Wert, que ha asistido al acto institucional con motivo de la finalización de las obras de la catedral de La Laguna (Tenerife), ha indicado que desde 2002, año en el que comenzaron los trabajos, el Estado, “al margen del color político del Gobierno, ha mantenido un serio compromiso institucional con lo que esta catedral representa”.
En una visita que ha suscitado la protesta de partidos políticos, sindicatos y asociaciones educativas, el ministro ha dado por bien empleada toda la inversión en “esta maravilla”, refiriéndose al templo. Wert ha destacado el “enorme” esfuerzo económico realizado por el Ministerio de Cultura, que desde 2002 ha destinado 8.227.000 euros a la catedral de La Laguna, en un momento de particular dificultad económica.
El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, ha señalado que se ha dado un paso “muy importante” para que “esta joya religiosa” abra sus puertas a lo largo de la próxima semana. Rivero ha señalado que todos los canarios, independientemente de sus creencias, tienen que estar de enhorabuena, ya que no es fácil acometer actuaciones como ésta.
A su juicio, la rehabilitación de esta catedral debe ser un ejemplo de lo que se consigue “con la constancia, con la perseverancia, con la convicción y con el compromiso”. Esta obra ha podido salir adelante con el trabajo de personas que trabajaron para ir poco a poco convenciendo a la ciudadanía y especialmente a las instituciones para hacer posible que la ciudadanía pueda volver a admirar “una joya como ésta”, ha agregado.
El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha explicado que las decisiones técnicas para demoler la cúpula y bóvedas y reemplazarlas por otras siguiendo la estética original han sido “plenamente estudiadas, se han tomado las resoluciones más adecuadas y finalmente las obras han sido magníficamente ejecutadas”.
Asimismo, el obispo ha añadido que, en cambio, las dificultades económicas “sólo están resueltas en parte”, pues queda “un gran esfuerzo que realizar” para poder cubrir la totalidad de los gastos.
El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha aseverado que esta obra es el resultado de una sociedad pujante que ha participado en la rehabilitación de la catedral. Alonso ha manifestado que la apertura del templo supone “un hito más en el proceso de renacimiento de la ciudad de La Laguna”.
El alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, que coincidía con Alonso en el color de la corbata, de color verde, ha felicitado al Obispado y a la ciudadanía por esperar que este día llegase.
Recuperación de una joya
La catedral de La Laguna, en Tenerife, abrirá sus puertas el próximo viernes después de 12 años en los que ha permanecido cerrada debido a las obras de restauración que se han acometido en su cúpula y bóvedas de crucería de estilo neogótico.
Construida en la antigua capital de la isla, La Laguna, cuyo casco histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999, tuvo que cerrarse, cubrirse de mallas y apuntalarse en 2002 debido a desprendimientos en su cubierta.
Para solucionar este problema, se demolieron su cúpula y bóvedas y las reemplazaron por otras siguiendo la estética original, ha explicado el doctor en Historia del Arte Juan Alejandro Lorenzo.
El especialista ha indicado que este templo es la primera construcción de grandes dimensiones fabricada con hormigón armado en España, un material hoy en día en auge.
En esta catedral reposan los restos de Alonso Fernández de Lugo, conquistador de la isla apodado “El Adelantado” y quien le ha dado a La Laguna el apodo de “la ciudad de los adelantados”.
Levantada sobre la antigua iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, pasó a ser catedral en 1819, con la creación del Obispado de Tenerife, ha detallado el historiador del arte.
En 1897, el edificio, que tenía problemas de estabilidad en las cubiertas, fue finalmente derribado, conservándose la fachada principal de estilo neoclásico, construida siguiendo el diseño de la catedral de Pamplona; y el edificio de las salas capitulares.
La obra actual, inaugurada en 1913, es de estilo neogótico, con bóvedas de crucería, según planos del ingeniero José Rodrigo de Vallabriga, que respetó íntegramente la fachada principal neoclásica.
Un espléndido púlpito de mármol del escultor genovés Pascuale Bocciardo; y un tabernáculo del canario José Luján, son algunas de las obras que alberga la catedral, a cuya reapertura ha asistido hoy el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, en un acto celebrado con motivo de la finalización de su rehabilitación. El templo también acoge un gran lienzo con el tema “Las Ánimas del Purgatorio”, del pintor canario Cristóbal Hernández de Quintana; y un cuadro de la Santa Cena, obra de Juan de Miranda.
No obstante, la joya pictórica de este templo son las antiguas tablas del retablo mayor, llegadas a Tenerife a principios del siglo XVII y atribuidas a Hendrick Van Balen, maestro de Van Dyck. Entre las tallas, el experto ha destacado la imagen de “Nuestra Señora de La Luz”, notable importación peninsular de mediados del siglo XVI. Asimismo, figura el monumental “Cristo atado a la columna”, llegado de Génova en 1756 y atribuido a Pietro Galleano, discípulo del famoso escultor Antón María Maragliano.
Sobre el apartado económico, fuentes del Obispado de Tenerife han informado a Efe de que la última rehabilitación de la catedral ha costado unos 15 millones de euros, presupuesto que, en su mayor parte, ha ido a parar a la reposición de la cubierta, lo que ha costado en torno a 8 millones.
Desde que en 2002 se decretó el cierre del templo por seguridad, el Ministerio de Cultura ha destinado 8.227.000 euros con cargo al plan nacional de catedrales. Al Ministerio aún le queda por aportar 3.550.000 euros, de los que 695.000 están contemplados en los Presupuestos Generales del Estado de este año.
Para poder abrir el templo cuanto antes, el Obispado de Tenerife ha adelantado el dinero que le queda por pagar al Ministerio y, además, ha invertido 3.100.000 euros, de los que recuperará 1.100.000, cantidad que le deberán abonar este año el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna.