Dos cuentos góticos
La condesa húngara Bathory (siglo XVI) es la mayor asesina en serie de la historia, se le atribuyen 650 muertes, aunque en el proceso en que se le juzgó sólo se tuvieron en cuenta los asesinatos de doncellas nobles, las siervas y campesinas no contaban. Al parecer se bañaba en la sangre de las doncellas para mantenerse joven. Al final sus colaboradores fueron decapitados y ella por ser noble condenada a no salir de su castillo nunca más, en una especie de empaderadamiento amplio, es decir, pasó de estar empoderada a estar emparedada. Su nombre bautizó a una famosa banda de rock oscuro noruega, que no mató a nadie, pero dejó sordos a muchos.
La segunda historia es contemporánea. Una famosa estrella del reality americano, digamos que K.K., de gran belleza y al parecer eterna juventud, visitó a las estrellas del Real Madrid, fotos, no sé si alguna comida, no sean mal pensados, mucha publicidad por ambas partes. Y aquí vamos al meollo, no sigan siendo mal pensados: después de esa visita, algunas estrellas del Madrid no atinan, se les ve cansados y sudorosos en los partidos, llegando incluso al ridículo a veces, desdibujados, como Woody Allen en una famosa película, desenfocados, en cambio ella, la hermosa, cada vez más joven y espectacular, como si hubiese rejuvenecido 20 años, lo mismo que parecen haber envejecido los jóvenes del club merengue. Sobre todo B., al que atribuyen los mal pensados, entre los cuales no me cuento, una relación más cercana, todo esto presuntamente. El jugador B. estrella de la temporada anterior, parece un alma perdida en el campo, deambulando sin rumbo. Uno de mis numerosos amigos, ya se sabe que tengo amigos para un roto y un descocido, dice que ella es una especie de condesa Bathory que en vez de bañarse en la sangre de sus víctimas les extrae el aura, la ‘enerllía’, que diría Ancelotti. Los jugadores sueñan con ella, momento en que ella, en plan súcubo, aprovecha para robarles la energía e incluso el balón de oro de Vinicius. Ella cada vez más hermosa y dorada y el madridismo que últimamente no gana para disgustos. Me imagino que el club tomará medidas, no me refiero a las medidas de la influencer, que son bien conocidas, veo que siguen siendo mal pensados. No hay manera.
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