Repensando La Palma y su universo transmedia: nuevas narrativas aplicadas al turismo
La Palma, la Isla Bonita, la isla de los tesoros, con tan sólo 708 km2, alberga una riqueza cultural e histórica que pocos territorios pueden igualar. Además de ser el tercer puerto más importante del imperio español, tras Sevilla y Amberes, la isla ha sido pionera en multitud de acontecimientos a lo largo de su historia: primer ayuntamiento, el de la capital palmera, en elegir de forma democrática a sus gobernantes en el año 1773; también esta ciudad, sexta ciudad del mundo en recibir energía eléctrica; primer juzgado de Indias de Canarias…y así, si continuamos, podríamos completar el artículo.
Sin embargo, a pesar de esta acumulación de riqueza que, sin duda alguna, hubiera inspirado al mismísimo Julio Verne (si no lo hizo), este diamante por pulir lleva décadas anclado en la desilusión, a la que se ha venido a sumar una pandemia, un volcán y una situación postvolcánica desesperanzadora.
Por otra parte, los marcadores de turismo, uno de los principales sectores en la isla, no parecen indicar una gran recuperación a corto ni a medio plazo.
Ahora bien, ¿todos los problemas en la isla son atribuibles exclusivamente a factores externos, gestión política o falta de recursos? ¿Y si quizás nos estamos equivocando en nuestra estrategia de comunicación cuando queremos captar la atención de visitantes? ¿Y si quizás debemos empezar a contar nuestra historia pensando en lo que realmente necesita saber, disfrutar y experimentar nuestro público objetivo?
El guionista e historiador de arte Javier Olivares creó, junto a su desaparecido hermano Pablo, la exitosa producción audiovisual El Ministerio del Tiempo. Para quien no la haya visto, esta serie cuenta algunos episodios clave de la historia de España como nunca antes se habían contado. Cervantes, Goya, Clara Campoamor o Las Sin Sombrero, son sólo algunos de los personajes históricos que esta serie recupera a lo largo de sus cuatro temporadas.
Pero, además, El Ministerio del Tiempo ha ido mucho más allá creando su propio universo transmedia: haciendo uso de herramientas tan innovadoras como una aplicación para móvil, el podcast de la serie, un juego de mesa o, incluso, adaptando el guion a una novela, El Ministerio del Tiempo ha sido capaz de crear una comunidad de millones de fans alrededor del mundo llamados Los Ministéricos.
Y los datos están ahí: primera serie de TVE en el ranking mundial On the rise (ranking de las series más vistas del mundo); más de un millón de seguidores en redes sociales; rejuvenecimiento del usuario de RTVE; trending topic sobre la historia de España cada día de emisión; y un aumento del 200% en búsquedas de personajes históricos en Wikipedia.
Pero ¿cuál ha sido la clave del éxito de la serie? Además de un excelente e innovador guion y un gran equipo de guionistas, sin duda alguna, su apuesta por poner el foco en las personas y en las necesidades de las audiencias creando nuevas experiencias y utilizando para ello nuevas narrativas, nuevas formas de contar una historia, implementando elementos transmedia que permiten a los usuarios formar parte de la historia, impulsando así la cultura de la participación y de la creación comunitaria, y dejando atrás la cultura del espectador.
Y ustedes se preguntarán, ¿qué es un universo transmedia?
Pues bien, en un escenario marcado por la innovación, los medios de comunicación o cualquier empresa que quiera ofrecer la venta de un servicio o producto, deberían utilizar herramientas que sean capaces de atraer y fidelizar a sus audiencias. Por eso, cada vez es más frecuente la búsqueda de nuevas formas originales de captar la atención y de llegar a más público. Para poder lograrlo, en los últimos años se han creado nuevas narrativas, poniendo el foco en un elemento muy innovador: la narrativa transmedia.
Estamos hablando de una nueva forma de contar historias y de crear comunidad, de ir más allá de la simple acción de comunicar. Hablamos de escuchar y analizar a las audiencias, y de ofrecer experiencias transformadoras a los usuarios. Dotar a nuestro público de un papel protagonista capaz de decidir cómo, cuándo y dónde quiere consumir la información.
La importancia o la clave de la narrativa transmedia radica en su capacidad para contar una misma historia a través de diferentes canales, y así poder llegar a más público: redes sociales, web, podcast, aplicaciones, cine, televisión, artes escénicas, pero sabiendo aportar un valor extra que consiga emocionar a nuestros destinatarios.
Ya en 1998, B. Joseph Pine II y James H. Gilmore preveían esta transición hacia una economía enfocada en las experiencias, pronosticando que las empresas más exitosas serían aquellas capaces de ofrecer experiencias inolvidables.
Por otra parte, la Organización Mundial de Turismo (OMT) reunió, en el marco de la 118ª reunión del Consejo Ejecutivo en Punta Cana, a expertos en branding, periodistas y creadores de contenidos bajo el mensaje central de “poner a las personas en primer plano” para repensar las narrativas en torno a las comunicaciones turísticas.
Volviendo otra vez a La Palma y su riqueza cultural y patrimonial, y teniendo en cuenta lo expuesto, me pregunto, ¿y si empezamos a poner el foco en las personas y sus necesidades? ¿Y si empezamos a trabajar en un tipo de turismo que contribuya al equilibrio entre el desarrollo de este sector y el bienestar de quien reside en la isla? ¿Y si buscamos nuevas formas de contar nuestra historia, de conseguir despertar el interés de residentes y no residentes en conocer los secretos y la Historia que hay en cada rincón de nuestro territorio, y de crear nuevas experiencias que no podrán olvidar? ¿Y si somos capaces de poner en valor aquello que fue capaz de convertirnos en una isla tan fructífera? Recuperar cultivos como la hoja de tabaco y la caña de azúcar, antiguos oficios como la carpintería de ribera, internacionalizar nuestra artesanía y recuperar nuestra identidad.
Pues bien, inspirándonos en la serie El Ministerio del Tiempo y su capacidad para divulgar la Historia de nuestro país con una fórmula totalmente innovadora y disruptiva que ha cautivado a millones de personas alrededor del mundo; haciendo uso de herramientas tan potentes como el audiovisual o las artes escénicas para contar nuestra historia; implementando herramientas innovadoras que puedan conseguir que la información llegue a más público; y, sobre todo, poniendo el foco en las personas y en su necesidad de conocer y de vivir experiencias transformadoras, el equipo de Cultura Mágica trabaja desde ya en el diseño de siete experiencias turístico-culturales que esperamos contribuyan al impulso del turismo cultural en la isla, convirtiéndose en tractor económico y diversificador de nuestra economía, además de impulsar la recuperación de nuestra identidad y de su internacionalización. Contamos, además, en nuestro equipo, con el director creativo del universo transmedia de El Ministerio del Tiempo, Pablo Lara Toledo.
Como dice nuestro compañero y director de producción, Javier Afonso, “la isla es como una cebolla con capas infinitas de historias. El turista que viene, sólo ha visto la primera capa porque no hemos sido capaces de mostrarle el corazón”. Y a mí me parece un símil tan hermoso... Veremos si la isla, a medio plazo, comienza a ser conocida, de verdad, como la isla de las experiencias, la isla que me transformó, la isla a la que quiero volver.
* María José Manso es CEO, co-fundadora y directora del área de Audiovisual y Turismo de Cultura Mágica
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