Se cumple un año de los primeros indicios de deformación del terreno del proceso eruptivo en La Palma
El 13 de septiembre de 2021, hace este martes un año, el proceso pre-eruptivo en La Palma continuaba evolucionando, señala el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en sus redes sociales en el marco de la iniciativa de divulgación puesta en marcha con motivo del primer año de la erupción del nuevo volcán de La Palma en Cumbre Vieja. “Se detectaban los primeros indicios de deformación con un inclinómetro situado al este de la intrusión magmática, que registró unos 2.5 microradianes de inclinación”, señala.
Un inclinómetro, explica, “es un instrumento capaz de medir la inclinación del terreno en dos ejes norte-sur y este-oeste. Muchos se basan en un principio similar a un nivel de burbuja. Cuando el terreno se inclina la burbuja cambia de posición y se miden estos cambios electrónicamente”, detalla.
Los inclinómetros que “usamos en vigilancia volcánica”, apunta el IGN, “tienen una precisión mayor que un microradián, que sería equivalente a medir la inclinación de una línea de un kilómetro de longitud que se levantase un milímetro en un extremo”.
El IGN cuenta con una red de inclinómetros en La Palma. Estos instrumentos “son muy sensibles a los cambios de temperatura y humedad y se deben situar en lugares muy aislados como cuevas o galerías”.
Recuerda que el 13 de septiembre de 2021 “la sismicidad seguía siendo intensa, aunque decayó algo a lo largo del día”. Esa jornada “se empieza a observar un ascenso de los terremotos situándose a 8 kilómetros de profundidad”.
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