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Abierta una investigación sobre el naufragio del cayuco con 63 víctimas, a seis kilómetros de la isla de El Hierro

Imagen de archivo de supervivientes de la ruta canaria en el muelle de La Restinga, El Hierro.

EFE/ Canarias Ahora

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El Juzgado de Instrucción de Valverde (El Hierro) ha abierto de oficio una investigación sobre las circunstancias del naufragio del cayuco que se hundió el pasado mes de septiembre a solo seis kilómetros de la isla, con el resultado de 63 muertos, de los que solo se han recuperado nueve cadáveres.

A través de un requerimiento cursado por el Portal de Transparencia del Gobierno de España, Salvamento Marítimo ha informado a EFE de que la Guardia Civil está desarrollando una investigación sobre ese accidente en funciones de Policía Judicial, por lo que no puede revelar más detalles de lo que ocurrió esa noche.

Fuentes de la Guardia Civil en El Hierro han corroborado que las indagaciones se hacen por orden de la juez de Instrucción de Valverde, que, de oficio, ha pedido conocer todas las circunstancias posibles de cómo el cayuco se fue a pique cuando ya estaba recibiendo ayuda de un barco de Salvamento, la Guardamar Concepción Arenal.

La información facilitada tras el naufragio por Salvamento indica que el cayuco volcó cuando varios de sus ocupantes se agolparon sobre una misma banda durante el rescate y lo desequilibraron, lo que provocó que cayeran al mar en mitad de la noche (era alrededor de la 1.00 de la madrugada) y entre un fuerte viento (20 nudos, 37 Km/h). Los migrantes, desesperados por salvar la vida, se amontonaron en una esquina de la embarcación haciéndola volcar.  

Testimonios de seis supervivientes a los que ha tenido acceso EFE indican que la barca se partió en plena operación de rescate, cuando varios de los migrantes habían cruzado ya a la cubierta de la Guardamar.

Dos de los supervivientes han detallado que, tras abarloarse (colocarse al costado) del barco de rescate, uno de los cabos que sujetaban el cayuco a la Guardamar Concepción Arenal se soltó o rompió.

Ello hizo que un extremo del cayuco se separara momentáneamente, hasta que el viento y las olas lo empujaron contra el casco metálico de la Guardamar, provocando que se partiera en dos.

Fueron 63 hombres procedentes de Mali, Senegal, Mauritania, Guinea y Gambia, varios de ellos menores, los que perdieron la vida, y de los que solo se han recuperado nueve cadáveres que fueron enterrados en las 48 horas siguientes en La Frontera y Valverde. El resto no ha aparecido, pese a que la búsqueda se mantuvo durante varios días.

Entierro de las víctimas

Seis de las nueve personas fallecidas en el naufragio fueron enterradas en el municipio de La Frontera, entre ellas, un niño, que pudo ser identificado en la sepultura con su nombre porque viajaba con alguna documentación.

También pudo ser identificado otro de los difuntos, ya que realizó la travesía con su hermano, que pudo reconocerle y llegar para decir su nombre. Los demás, quedarán grabados en piedra como códigos que se le otorgan por el número asignado al llegar en grupo; 29, 30, 34 y 35, seguidos de 190, que es el número del cayuco que naufragó. Una frialdad administrativa a la altura de la gestión política de la crisis migratoria en la ruta más mortífera del mundo.

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