Ruta canaria

Las muertes y la violencia crecen en la ruta canaria: ''Empezaron a disparar cuando estábamos en la zódiac''

Supervivientes de una embarcación rescatada por Salvamento Marítimo en Tenerife con un fallecido a bordo

Natalia G. Vargas

6 de julio de 2023 12:21 h

0

“Empezaron a disparar cuando estábamos en la zódiac, conté hasta cuatro ráfagas [...] Estábamos aún cerca de la playa, no sé cómo me salvé”. El control en las fronteras ha logrado reducir las llegadas, pero no las muertes. Tampoco ha disminuido la violencia en los puntos de salida. Este testimonio, recogido por el colectivo Caminando Fronteras, corresponde a un superviviente de la ruta canaria que llegó con heridas de bala a Gran Canaria. El último informe de la organización revela que entre enero y junio de 2023 han perdido la vida 778 personas tratando de llegar al Archipiélago desde el continente africano. 

En total, intentando alcanzar España han fallecido 951 personas. Entre las víctimas hay nacionales de Argelia, Camerún, Costa de Marfil, Gambia, Guinea Conakry, Etiopía, Islas Comores, Mali, Marruecos, Congo, Senegal, Siria, Sri Lanka y Sudán. Junio ha sido el mes más mortal, con 332 muertes. La ruta canaria sigue siendo la que concentra más tragedias, con 28 naufragios en solo seis meses. Por otro lado, 19 embarcaciones han desaparecido con todas las personas a bordo. 

En Canarias han muerto en los últimos 15 días al menos 90 personas. El último fallecimiento contabilizado tuvo lugar el pasado 2 de julio, cuando Salvamento Marítimo rescató al sur de Tenerife una embarcación con 64 supervivientes y un hombre muerto. 

Otro naufragio tuvo lugar a finales de junio. En él murieron tres personas, entre ellas una niña. Unas grabaciones de Salvamento Marítimo publicadas por la Cadena SER confirmaron que España delegó en Marruecos el rescate de esta patera a pesar de que estaba en zona de búsqueda y rescate española. Las autoridades marroquíes llegaron doce horas después. 

Caminando Fronteras ha investigado todos los naufragios que han tenido lugar rumbo a España. Entre las causas de las muertes han detectado la mala coordinación entre España y Marruecos, fundamentadas en las negociaciones bilaterales del control migratorio y no en el derecho a la vida. También han identificado acciones violentas en el control de salida de las embarcaciones. No solo por parte de las redes criminales, sino también por las fuerzas de seguridad.

En otros casos, las tragedias se han producido por la falta de activación de los medios de búsqueda y rescate necesarios y la demora de los mismos. Por otro lado están las condiciones precarias de las embarcaciones en las que viajan, las condiciones meteorológicas y las largas distancias que recorren estas barcazas. 

El colectivo fundado por la activista Helena Maleno denuncia que los supervivientes son sometidos a detenciones, desplazamientos forzosos y no reciben un seguimiento psicosocial adecuado como víctimas de tragedias múltiples. En cuanto a los cuerpos recuperados, Caminando Fronteras lamenta la carencia de protocolos de identificación con garantías y que no haya enterramientos dignos. Por su parte, las familias se enfrentan a serias dificultades para obtener información y para recuperar los cuerpos de sus seres queridos y así pasar un duelo digno.

Así, el colectivo concluye que “el derecho a la vida de las personas migrantes debe estar por encima de las políticas de control migratorio”. Para reducir el número de muertes, propone mejorar el sistema de coordinación y búsqueda de las personas desaparecidas, investigar los casos de violación del derecho a la vida en las fronteras y depurar las responsabilidades pertinentes.

Heridas de bala

En mayo de 2023 fue rescatada al sur de Gran Canaria una embarcación con 43 personas a bordo. Un superviviente declaró delante del personal sanitario haber recibido disparos a pie de playa. Al día siguiente, en el CATE, se quejó de las heridas y dos personas fueron hospitalizadas. Los sanitarios constataron que se trataba de heridas de bala. 

El testimonio recabado por Caminando Fronteras cuenta que fueron militares los autores de los disparos. “En la orilla vi al chico que se había agarrado a mí, estaba muerto. Nos habían tirado como si no fuésemos nada, como si nuestras vidas no valiesen”, cuenta. Aunque él recogió la documentación y las pertenencias del fallecido para entregarlas a la familia, las autoridades se las retiraron. “La gendarmería nos detuvo y acabó tirándonos al desierto. Aún no puedo dormir por la noche, escucho los disparos, veo su cara. Me pregunto si sus padres sabrán que ha muerto y dónde está su cuerpo”.

Etiquetas
stats