Según el camarero de la sauna, los detenidos dijeron: ''Yo me meo en las putas''

El camarero de la sauna Gola, ubicada en la calle General Perón de Madrid, declaró el pasado jueves ante la Policía Nacional por los incidentes protagonizados por el senador y presidente del Cabildo de La Gomera Casimiro Curbelo junto a otros dos acompañantes, uno de ellos su hijo. Así, explicó en la comisaría que desde que llegaron al local muestran “una actitud chulesca, agresiva y grosera” con las mujeres que trabajan en el local a las que dijeron “yo me meo en las putas” y “yo no pago putas”.

Este trabajador declaró ante los agentes, según consta en las diligencias policiales a las que ha tenido acceso ACN Press, que desde que llegaron al local, sobre las 3.30 horas del jueves 14 de julio, “presentaban síntomas de encontrarse en alto grado de embriaguez, sobre todo el que parecía más joven, ya que desde su entrada no cesaba de increpar y proferir todo tipo de insultos e improperios hacia las mujeres”.

El camarero observó desde su lugar de trabajo que las tres personas entraron en una sala contigua “más reservada” con “unas cuantas trabajadoras del local”. Pasados “unos minutos” oyó “unos gritos y a continuación un fuerte golpe” procedente de la sala donde se encontraban los tres varones. El declarante entró y vio a los tres, acompañados de un cuarto, que forcejeaban entre sí. Los sacó del reservado y el personal de Seguridad del local “ha invitado a las tres personas a que salieran del establecimiento, ya que ellos eran los que se encontraban en una actitud más agresiva y desafiante, quedando el otro varón en el interior”.

El camarero describió a los tres hombres expulsados del local como “un varón de 60 años de edad, de 170 cm de estatura y 75 kilos de peso, complexión normal, pelo escaso y color blanco, portando lentes de contacto, con camisa blanca, unos pantalones de pinza claros y zapatos negros”. Los otros dos acompañantes, también varones, de entre 20 y 25 años, vestían ropa y calzado deportivo.

El declarante valoró el cristal roto en el reservado del local entre “400 y 500 euros”, aunque no aportó facturas que lo demuestren.

Datos del local

Según consta en las diligencias policiales, el local donde se produjeron los incidentes que provocaron la expulsión de Casimiro Curbelo y sus dos acompañantes, que ellos posteriormente quisieron denunciar, es la sauna Gola Chicas. En la página web de local se explica que ocupa una superficie de 800 metros cuadrados, situados en el centro financiero de Madrid “estratégicamente situado para preservar su absoluto anonimato y discreción”.

Cuenta con un bar, varios tipos de suittes, habitaciones y reservados, donde “diariamente” trabaja “un equipo de entre 20 y 25 masajistas”, de las que se aportan fotografías en la web así como sus datos personales. Se informa también que “hacen salidas a hotel y domicilio”.

Las tarifas de las masajistas son “20 minutos, 60 euros; media hora, 80; 45 minutos, 120 euros y una hora, 150”.

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