La diputada tránsfuga de Ciudadanos Vidina Espino se pasa a Coalición Canaria, partido al que iba a “pinchar” en 2019

La diputada tránsfuga de Ciudadanos (Cs) Vidina Espino ha fichado por Coalición Canaria en forma de “colaboradora”, según ha podido saber este periódico. Espino, junto con José Guerra y José Eduardo Marrero, ambos exmiembros de Cs y concejales en los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y Arucas, respectivamente, anunciarán su pase a la formación nacionalista esta tarde en una rueda de prensa que se celebrará a las 16:30 en el Estadio Insular, en la ciudad capitalina.

Espino, que abandonó Ciudadanos el pasado verano pero mantiene desde entonces su acta de diputada dentro del grupo parlamentario mixto, llegó a la política en 2018 como secretaria de Comunicación de la formación naranja, y ya en 2019 ganó las primarias para ser candidata a la presidencia del Archipiélago. Durante la campaña para las elecciones, Espino defendió a capa y espada que su partido iba a “romper la burbuja política de Coalición Canaria” y “acabar con la política clientelar y de favores de CC”.

“Los 25 años de políticas agotadas de Coalición Canaria nos han mantenido en la cola de todo lo importante: del empleo, de la sanidad, de la educación, de la dependencia, de la vivienda…”, dijo Espino. Canarias Ahora se ha puesto en contacto con prensa del grupo parlamentario mixto para conocer más detalles del fichaje, pero han remitido cualquier información a la convocatoria de esta tarde.

José Guerra, exmiembro de Ciudadanos y ahora concejal no adscrito en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, es otro de los nombres que se suma al pase de Espino a CC. Guerra fue expedientado por Ciudadanos semanas antes de abandonar el grupo político por aprovecharse de su cargo para ser elegido director de seguridad del Ayuntamiento.

El concejal, cuya dedicación en el consistorio capitalino era por entonces de “dedicación exclusiva”, estudió en 2020 un total de 23 cursos con una duración total de 1.605 horas lectivas, una media de 4,39 horas al día, según acredita el currículo que presentó para el puesto de director de seguridad. A las pocas semanas de que este periódico destapara la noticia, Guerra abandonó Ciudadanos calificando al partido de “naranja podrida”.