PSOE y Podemos atizan a Baltar por “la manipulación” del informe para justificar la privatización de un servicio del Negrín

El consejero de Sanidad, José Manuel Baltar.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El PSOE y Podemos, las dos formaciones políticas que con más vehemencia se han opuesto a la política de concertación aplicada en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias desde la llegada al cargo de José Manuel Baltar, ex vicepresidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española, han calificado de “inadmisible” e “indecente”, respectivamente, la “manipulación” del informe con el que el Ejecutivo pretende justificar la necesidad de que el servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Doctor Negrín de Gran Canaria continúe en manos privadas.

El Servicio Canario de Salud (SCS) se ha escudado en este estudio, elaborado por diferentes departamentos de la consejería, para volver a sacar a licitación el contrato, que expiró en 2015 y que desde entonces presta por el procedimiento de expedientes de nulidad (pagos mes a mes) la adjudicataria del concurso celebrado en 2005, la empresa Dimec, filial de Hospitales San Roque, el grupo del que procede el actual consejero. El servicio de Medicina Nuclear del Negrín es el único asistencial de gestión privada dentro de un hospital público del Archipiélago. En 2017, su coste global ascendió a 3,79 millones de euros.

El informe de Sanidad compara el modelo concertado del Negrín en Medicina Nuclear, una especialidad para el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades, principalmente el cáncer, con la gestión pública directa en el mismo servicio del Hospital de La Candelaria, en Tenerife. La conclusión a la que llega es que la privatización resulta más económica que la prestación pública. Para ello, sin embargo, introduce una serie de elementos distorsionadores que conducen a ese resultado. El más llamativo, la inclusión en el cálculo del coste global de La Candelaria de las pruebas de densitometría, que en el centro grancanario no se computan porque se realizan en otro servicio, el de Reumatología.

“Es inadmisible que se manipulen los datos de esa manera para beneficiar a la exempresa del señor Baltar perjudicando a la sanidad pública, a los enfermos y a los contribuyentes”, sostiene la diputada del PSOE Patricia Hernández. A principios de la actual legislatura, los socialistas, a través del entonces consejero de Sanidad, Jesús Morera, anunciaron que el servicio de Medicina Nuclear del Negrín volvería a manos públicas. La ruptura del pacto de gobierno con CC, a finales de 2016, lo impidió. Un informe elaborado a principios de ese año por el entonces gerente del centro hospitalario, José María Sánchez, había dictaminado que la gestión pública generaría un ahorro de cerca de 800.000 euros. A diferencia del recientemente conocido, el estudio de 2016 recogía una evaluación de las necesidades del servicio para determinar si era más barato o más caro que el modelo privatizado vigente desde 2005 en el Negrín.

Patricia Hernández asegura que, “aun con sus propios datos manipulados y dividiendo (el coste global del servicio) por pruebas (en vez de por pacientes, como hace el último informe de la Consejería de Sanidad) es más barato en La Candelaria. Ni con todas las manipulaciones del mundo, ni comparando dos servicios distintos sale lo que Baltar encargó”.

Para la parlamentaria socialista se trata de un informe “burdo, a gusto del consejero”. “Defender el interés general se ha demostrado incompatible con los de su exempresa y decide defender a su exempresa”, señala Hernández. Su grupo ya ha registrado una petición de comparecencia de Baltar para explicar este informe y ha anunciado actuaciones “en todos los niveles”..

Para el diputado de Podemos Juan Márquez, la privatización del servicio de Medicina Nuclear dentro de un hospital público es “una indecencia”. “Si queremos mantener la misma calidad y las mismas condiciones de empleo es imposible que sea más barato. Es imposible que genere un ahorro puesto, que hay que calcular los márgenes de beneficio que se llevan las empresas”. Por ello, la Consejería de Sanidad tiene que recurrir “a este tipo de manipulación para poder justificar algo que no se sostiene desde ningún punto de vista”, añade.

Márquez considera que todas las denuncias que Podemos ha realizado de las “irregularidades en la concertación sanitaria” durante la etapa de Baltar demuestran que “la única manera de revertir la situación que está padeciendo la sanidad canaria y el negocio que se está haciendo con la sanidad pública, la única solución que nos queda es sacar a Coalición Canaria del Gobierno, puesto que la buena gestión y la defensa de lo público resulta incompatible con CC”.

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