La extracción de fuel del ‘Oleg Naydenov’ costará más de 30 millones de euros
El sistema de extracción de fuel del petrolero ruso Oleg Naydenov, hundido a unas 15 millas al sur de Gran Canaria el pasado mes de abril, costará más de 31 millones de euros, según hizo público el pasado 2 de junio el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y se hizo eco a primera hora de esta mañana Canary Ports.
El contrato se formalizó el 29 de mayo por la Dirección de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima, quien llegó a un acuerdo con la empresa Svitzer Salvage BV a través de una adjudicación por la vía de un negociado sin publicidad, derivado de la declaración de emergencia realizada en fecha 16 de abril.
En la rueda de prensa de presentación del sistema de extracción a través de campanas el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez Pomar, no quiso aclarar el coste estimado de esta operación ni del conjunto de trabajos que se han hecho en el sur de Gran Canaria, aunque sí recalcó que el Gobierno dispondrá todos los recursos que sean necesarios y luego repercutirá esos gastos a las compañías aseguradoras del arrastrero ruso.
La única cifra que se conocía hasta el momento eran los 10 millones de euros que aprobó hace dos semanas el Consejo de Ministros para cubrir los gastos en los que ha incurrido Salvamento Marítimo, tanto en su trabajo directo sobre la zona, como en la contratación de la empresa noruega que ha taponado las principales fugas, Otech.
El plazo de ejecución del contrato adjudicado a Ardent es de 175 días, casi seis meses, un período que coincide con la estimación sobre la duración de los trabajos adelantada por Gómez Pomar.
La compañía contratada para extraer el fuel a 2.700 metros de profundidad nació hace apenas mes y medio como resultado de la fusión dos gigantes del salvamento marítimo: Titan y Svitzer Salvage, que dio lugar a Ardent, según informa EFE.
Con sede principal en Houston (Texas, EEUU), Ardent tiene sucursales en los Países Bajos, el Reino Unido y Singapur, según se detalla en la web de Crowley Maritime Corp, el grupo estadounidense al que pertenece una de sus dos empresas fundadoras, Titan Salvage.
Esta compañía es una de las líderes mundiales del sector, con un historial en el que sobresale la operación que el año pasado logró reflotar en Italia el crucero Costa Concordia, hundido dos años antes junto a la costa de la isla de Giglio.
En su currículo figuran 450 intervenciones en operaciones de salvamento y reflotamiento de barcos hundidos desde 1980.
La otra socia fundadora de Ardent es Svitzer Salvage, una compañía con casi dos siglos de experiencia en la asistencia y seguridad marítima, que cuenta con una flota de 430 barcos en 40 países.
Su oficina central está en Ijmuiden (Holanda), aunque cuenta con delegaciones en los Estados Unidos, Singapur, Suráfrica, Australia y Brasil, de acuerdo con información disponible en su web.
La nueva compañía que recoge la experiencia de estos dos gigantes del sector, Ardent, comenzó a operar oficialmente el pasado 1 de mayo, solo 16 días después de que el arrastrero ruso Oleg Naydenov se fuera a pique 27 kilómetros al sur de Maspalomas (Gran Canaria).
El encargo que ha recibido es extraer todo el fuel que quede en sus tanques -cuya cantidad exacta se desconoce, aunque sí se sabe que el barco había cargado en Las Palmas 1.409 toneladas de combustible-, en una operación que será realizada con campanas de recogida manejadas por robots, 2.700 metros bajo la superficie.
Algunos de los técnicos que van a participar en ella intervinieron hace tres años en una operación similar en el Mediterráneo, para extraer con la misma técnica el combustible que quedaba en los tanques del Woodford, un petrolero hundido durante la Guerra Civil a 40 millas (74 kilómetros) de Castellón. Sin embargo, entonces trabajaron a 80 metros de profundidad.
Ahora tendrán que operar a una profundidad 33 veces mayor, que plantea muchas más dificultades técnicas, pero que no representa ningún reto extraño para el sector del salvamento marítimo. De hecho, en el caso del petrolero Prestige, el crudo que quedaba en sus tanques fue extraído de 3.850 metros de profundidad.