Un brote en una conservera de Santoña afecta ya a 13 trabajadoras y mantiene a casi 50 en cuarentena
La Federación de Industria de Comisiones Obreras de Cantabria ha denunciado la situación derivada del brote de COVID-19 en la fábrica Atunlo, situada en el polígono industrial de Santoña y dedicada a la limpieza y procesados de atún y bonito, que comenzó el pasado miércoles y ya afecta a 13 trabajadoras y mantiene a casi cincuenta en cuarentena.
Según informa el sindicato en un comunicado, la empresa decidió el jueves, en consenso con la mayoría de las 180 personas que forman la plantilla, parar el proceso productivo de forma temporal desde este lunes y hasta el próximo 9 de septiembre.
“En este momento se tomó la decisión, también, de reprogramar el calendario y aplicar flexibilidad horaria a cuenta de los y las trabajadoras, que deberán recuperar las horas aunque este sea un asunto de salud pública”, critica Diego Aja, responsable de Salud Laboral de la Federación de Industria de CCOO, quien denuncia que la causa del brote “no ha sido otra que la dejadez de la empresa y relajación en cuanto a las medidas de higiene y seguridad”.
El sindicato censura que la empresa “no ha tardado en depurar posibles responsabilidades en relación a este brote y lo ha vinculado a dos celebraciones privadas en las que estaban presentes trabajadores de la empresa”. Desde CCOO, “no se permitirá que se responsabilice a la plantilla de unos contagios que se podrían haber evitado si la empresa cumpliera las medidas de seguridad e higiene que exige la situación actual”, afirma el sindicato.
Aja denuncia que cuando estalló la pandemia y en los primeros momentos de confinamiento, el comité de empresa interpuso una reclamación en la Inspección de Trabajo ante la falta de medidas de seguridad en relación a la COVID-19. Esta, por su parte, envió varios requerimientos a la empresa por la presencia de numerosas deficiencias. El sindicalista aclara que, en ese momento, “se corrigieron”, pero al finalizar el estado de alarma “comenzó la dejadez por parte de la empresa y se olvidaron las medidas de seguridad”, denuncia.
De este modo, concluye Aja, “se dejó de tomar la temperatura a los trabajadores, no hay distancia de seguridad ni en el vestuario ni en el puesto de trabajo y tampoco se han desinfectado las instalaciones”.
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