Cáritas Santander atendió en 2022 a más de 5.500 personas, casi un 4% más y la mayoría mujeres

Cáritas Diocesana de Santander atendió en 2022 a 5.557 personas en Cantabria, un 3,87% más que el año anterior, y la mayoría (58%) fueron mujeres, mientras que casi la mitad (46%) de quienes buscaron ayuda tenían nacionalidad española.

Del total de las personas atendidas, 1.409 acudieron a pedir ayuda por primera vez, lo que supone una de cada cuatro, y lo hicieron en su mayor parte a través de los 62 equipos parroquiales distribuidos por toda la región.

La inversión que Cáritas llevó a cabo para ayudar a todos los necesitados se situó por encima de los 3,1 millones de euros, de los cuales más de un millón se destinaron a cubrir las necesidades básicas de las familias como la alimentación, ropa o calzado, así como asuntos relacionados con la salud o la asistencia jurídica.

Así lo han detallado este jueves en rueda de prensa la directora de la entidad, Sonsoles López; la secretaria general, Raquel Menéndez; y el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, quienes han destacado que en 2022 ha sido necesario aumentar la intensidad de las ayudas debido a la subida de los precios de los alimentos como consecuencia de la inflación provocada por la guerra en Ucrania.

Para demostrarlo, López ha mostrado el ticket de una compra de productos de necesidad básica realizada en 2019 por una persona acompañada por la entidad y otro de una compra igual, con los mismos productos, pero hecha ayer, 7 de junio, de manera que el ticket del primer gasto tenía un coste de 32,68 euros y el segundo de 48,18 euros.

“Para nuestra sorpresa, la compra que en 2019 se podía hacer con 32,68 euros, ayer nos costó 48,18, y además, al comparar los tickets, hemos comprobado que el peso de algunos productos envasados es inferior al de hace cuatro años”, ha indicado la directora de Cáritas Santander, quien ha hecho hincapié en ese incremento de en torno al 50%, que aunque se trata de “una compra puntual sobre la que no se puede generalizar, representa la realidad a la que estamos haciendo frente cada día desde Cáritas”.

En este sentido, López ha destacado la apuesta de Cáritas por las tarjetas monedero y otros formatos de ayuda económica como alternativa a la entrega de alimentos.

Gracias a este nuevo modelo, ha detallado, 3.171 personas han podido satisfacer sus necesidades de alimentación “desde el respeto a su autonomía y capacidad de elección” porque, según ha dicho, “el apoyo económico es necesario, pero no es la única acción que llevamos a cabo. Acompañar a las personas implica mucho más, supone escuchar, acoger, cuidar y caminar juntos sin imponer, respetando su autonomía y potenciando sus fortalezas”.

La memoria presentada hoy bajo el lema 'Tú tienes mucho que ver' escogido por Cáritas Diocesana de Santander para celebrar la Semana de la Caridad, detalla que la organización acompañó, a 134 mujeres en contextos de exclusión, prostitución o trata; a 37 personas sin hogar; a 194 niños y adolescentes; a 15 familias a través del acceso a vivienda; y 163 participaron en procesos de formación para mejorar su empleabilidad.

Además, se atendieron las necesidades de salud de 305 personas, y el centro sociosanitario Hogar Belén de Cáritas acogió a 10 personas con enfermedades crónicas en situación de exclusión.

Por otro lado, Cáritas contribuyó con más de 166.000 euros a paliar las consecuencias de quienes han sufrido la guerra en Ucrania y Siria, las catástrofes de La Palma y Haití, y la crisis alimentaria en el Sahel y el Cuerno de África, además de apoyar 8 proyectos en desarrollo en los 5 continentes a través del Gesto Diocesano de Cuaresma.

La inversión global realizada durante 2022 fue de 3.138.309 euros, de los que un 74% procedieron de fondos privados, una cantidad que permitió atender a esas 5.557 personas y seguir adelante con los distintos proyectos específicos que Cáritas Diocesana de Santander tiene en marcha.

Pero Sonsoles López ha recordado que es “necesario mirar más allá de esas grandes cifras”, porque “son 5.557 personas a las que se les han arrebatado sus derechos esenciales” y que “tienen nombre propio y son personas con una historia vital compleja, llena de esfuerzo, de constancia, de trabajo y de preocupaciones”.

Por ello, ha animado a los ciudadanos a “abrir la mente y reenfocar la mirada” para ver esa otra realidad, la de muchas personas que no pueden acceder a los mismos derechos. “Quiero invitarles a sumergirnos en lo que vemos para transitar de una forma de ver superficial y despersonalizada a mirar y actuar con los ojos y las manos de Cáritas”, ha concluido.