Chiloeches se movilizará por el primer aniversario del incendio en la planta de residuos
- El próximo 26 de agosto se cumple un año del fuego con nube tóxica que se originó en una empresa ilegal de de reciclaje
- El Ayuntamiento pide que se adopten las medidas necesarias para limpiar la zona afectada y se informe sobre análisis medioambientales
El 26 de agosto de 2016 se produjo en el término municipal de Chiloeches (Guadalajara) uno de los incendios más importantes de la comarca, no tanto por su extensión como por sus actuales consecuencias. El fuego se inició en una planta de reciclaje y recuperación de residuos propiedad de KUK Medioambiental, que llevaba operando en la localidad desde hacía varios años en situación de ilegalidad. Las llamas provocaron una nube tóxica que hizo desatar las alarmas y tras su extinción, todavía hoy el Ayuntamiento y los vecinos claman por una solución a la contaminación de la parcela.
Por este motivo, el Ayuntamiento de la localidad ha convocado una concentración ciudadana el próximo sábado, cuando se cumple un año del siniestro, para reclamar a las administraciones correspondientes que se tomen las “medidas necesarias para limpiar la zona afectada”, y que se informe periódicamente a la ciudadanía sobre los resultado de los análisis medioambientales que se vayan realizando. La movilización tendrá lugar a las 11.00 horas ante las puertas de KUK Medioambiental, en el Polígono Industrial de Albolleque.
El Consistorio municipal recuerda que esta empresa operó varios años en el pueblo de forma “ilegal y permitida” por los sucesivos equipos de Gobierno anteriores. Afirma que con la llegada del nuevo Ejecutivo local (de Ahora Chiloeches), se inició el expediente para la legalización de su actividad en marzo de 2016. “Al no recibir respuesta por su parte, se procedió a iniciar el expediente para la cancelación de su actividad”, explican, por lo que la planta fue clausurada en el mes de junio (dos meses antes del incendio) por “actividad clandestina [...] sin disponer de licencia de apertura o autorización de puesta en funcionamiento para el ejercicio de su actividad”.
De hecho, el nombre de KUK Medioambiental es uno de los que aparecen en la veintena de imputados por el incendio, a la luz del procedimiento iniciado por el Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara. Está imputado el administrador único de esta empresa por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, así como por pertenencia a grupo criminal y falsedad documental. Por los mismos delitos se cita como investigados a los responsables del Grupo LAYNA, que arrendaron casi la totalidad de las instalaciones que KUK poseía en la localidad guadalajareña; y a otra persona que ejercía labores de comercial.
Asimismo, el juzgado imputa los tres mencionados delitos al antiguo administrador de KUK, siendo además quien formalizó el contrato de arrendamiento con Grupo LAYNA; al gerente de la empresa SALMEDINA Tratamiento de Residuos Inertes; y al administrador único de Gaber Ambiental y Reciorganics, como presunto encargado de “conseguir los residuos peligrosos” que llegaban a KUK Medioambiental. Junto a ellos están imputados altos cargos de los tres gobiernos regionales anteriores y el ex alcalde de esta localidad, César Urrea (PP).
El Ayuntamiento hace pública también su preocupación por las “consecuencias a largo plazo” de este incendio en lo relativo a “filtraciones a aguas subterráneas de los residuos que se vertieron”. “También nos preocupa la necesidad urgente de retirar el resto de materiales que quedaron sin recoger en la planta, a pesar de haberlo reclamado repetidamente”, agrega.
A este respecto, explica que desde el Gobierno municipal no tienen “ni las competencias ni los medios para realizar ningún tipo de análisis de la calidad de aire o del agua”. “Desde el día del incendio hemos tenido poca información a este respecto, por lo que la hemos tenido que solicitar en varias ocasiones a los organismos competentes como la Confederación Hidrográfica del Tajo para conseguir que se nos informara del resultado de los análisis que se siguen haciendo en las aguas superficiales y subterráneas de la zona”, concluye.