Miles de sanitarios catalanes llevan casi dos años esperando la resolución de sus oposiciones: “Es alucinante este mal funcionamiento”
La gran convocatoria de oposiciones de la sanidad catalana, que se anunció a bombo y platillo en 2018 como un signo del fin de la era de los recortes, está todavía pendiente de resolver para la mayoría de profesionales que se presentaron a los exámenes. Solo contando las enfermeras y enfermeros, son cerca de 7.000 los que están pendientes de que se reanuden los trámites, algo que los sindicatos exigen desde hace tiempo y que la Generalitat asegura que, esta vez sí, se hará durante el mes de marzo.
“Es decepcionante ver cómo tardan tanto. Porque esto evidentemente altera tus planes. La posibilidad de una plaza fija marca mucho tu trayectoria laboral y tu vida”, se lamenta Carmen, enfermera del Hospital Comarcal del Alt Penedès, que es concertado. Desde que realizó los exámenes –en mayo de 2019– y le comunicaron que había aprobado, no había vuelto a tener noticias del proceso. La parte que falta es la entrega de los méritos, es decir, la experiencia laboral y la formación, necesarios para establecer una puntuación definitiva con la que adjudicar las plazas. Solamente en el caso de los médicos de familia, que fueron los primeros en examinarse, se ha podido empezar con esta fase del concurso.
El Instituto Catalán de la Salud (ICS), la principal empresa sanitaria pública –gestiona ocho grandes hospitales y el 80% de la Atención Primaria–, puso en marcha una serie de convocatorias destinadas a unas 10.000 plazas. Esa cifra, para un ente que emplea a unas 50.000 personas, iba a servir para poner fin a la creciente interinidad y temporalidad de muchos trabajadores durante la crisis. Entre ellos, había plazas para médicos, enfermeras, auxiliares, celadores, fisioterapeutas y otros ámbitos.
En el caso de los médicos, se presentaron unos 2.000 para 1.400 plazas de Primaria y pediatría. Pero las enfermeras desbordaron la oferta. Se examinaron más de 11.000 para 3.300 plazas. La responsable del Departamento de Salud, Alba Vergés, calificó de “histórica” aquella jornada de mayo de 2019.
Desde entonces, los sindicatos han ido exigiendo al ICS que acelere los trámites. Este, a su vez, les ha respondido que el atasco se debía a problemas informáticos con lo que respecta al proceso de introducción de méritos y posterior baremación. Y así han pasado casi dos años y una pandemia, que ha contribuido a paralizar todo aquello que no fuese luchar contra el coronavirus. “La falta de recursos y los despropósitos son continuados y en este caso, como los sanitarios ya están trabajando, no era algo prioritario para el ICS”, argumenta Ramon Sarrias, miembro del sindicato Metges de Catalunya.
A finales de enero, desde CCOO mandaron una carta al director del ICS, Josep Maria Argimon, en la que le exigían más celeridad. “Hay miles de aspirantes esperando para una plaza fija estatutaria [...], que ven cómo pasan los meses sin que los procesos avancen”, rezaba la misiva. Finalmente, en una mesa sectorial el pasado 26 de febrero, la Administración puso sobre la mesa un nuevo calendario. A partir del 15 de marzo se darán citas para la presentación de los méritos con la idea de que la baremación pueda concluir en verano, entre los meses de junio y julio.
En el mismo sentido se expresan fuentes del ICS, preguntadas por elDiario.es sobre los retrasos. “En las próximas semanas se empezará a dar cita previa a las enfermeras”, apuntan. Pero desde CCOO desconfían. “El ICS pone fechas cuando hay mesa, pero luego no cumplen nada. No me creo que se vaya a resolver en verano, es imposible”, vaticina Empar Loren, responsable de Sanidad de este sindicato.
“Es alucinante este mal funcionamiento, en ningún otro sector pasa”, se lamenta Núria, otra enfermera que está pendiente de saber si será funcionaria del ICS. “En todo este tiempo se han convocado oposiciones a docentes, bomberos, Mossos d'Esquadra… Y todos tienen ya su plaza”, compara. En su caso, cuando hizo los exámenes trabajaba en el Hospital de Palamós, concertado, y ahora lo hace en el Vall d'Hebron, del ICS. En este último ha encadenado unos ocho contratos temporales, aunque añade que durante la pandemia a ningún sanitario le ha faltado trabajo. Tampoco a ella.
Núria recuerda además otra de las quejas de los trabajadores del ICS. Los problemas para hacer la baremación no solo afectan a las oposiciones, sino también a la actualización de la bolsa de trabajo. Es decir, que de nuevo los méritos vigentes de estos sanitarios son los de 2019, sin contabilizar todos los másteres, cursos y experiencia laboral que han acumulado durante estos dos años. “La sensación es de de dejadez, de que nadie se lo ha tomado como un problema serio, pero luego dicen que somos héroes”, zanja esta enfermera.
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