El Govern revisa 37 posibles malas prácticas de mossos en las protestas por la sentencia del procés
El departamento de Interior de la Generalitat está revisando 37 casos de posibles malas prácticas protagonizados por agentes de los Mossos d'Esquadra en las protestas ocurridas el pasado octubre por la sentencia del procés. Así lo ha cuantificado el president del Govern, Quim Torra, este miércoles durante la sesión de control en el Parlament. Ante una pregunta de la CUP sobre esta cuestión, Torra ha asegurado además que el conseller del Interior, Miquel Buch, dará explicaciones sobre esta cuestión en la Cámara dentro de un mes.
La investigación interna en los Mossos d'Esquadra comenzó el pasado 29 de octubre, ordenada por el propio Torra y después de que el Govern recibiera múltiples quejas sobre los agentes, que actuaron ante las manifestaciones, protestas y disturbios que tuvieron lugar en varios puntos de Catalunya durante aquel mes. Una “auditoria interna” que el Govern calificó como “la más grande hecha en la historia” de los Mossos, y que buscaba analizar y aclarar tanto actuaciones concretas como los procesos de planificación o toma de decisiones del cuerpo ante situación de tensión en la calle.
Tres meses después de que se iniciar, Torra ha desgranado ante el Parlament que el total de casos que se revisan son 37, de los cuales 18 se comenzaron a investigar nada más abrirse la comisión, otras 15 que se sumaron en el transcurso de la revisión de las actuaciones, y cuatro más a petición de Amnistía Internacional. El president ha indicado además que son dos diferentes divisiones de los Mossos las que están efectuando la auditoria: la división de evaluación y servicios; y la división de asuntos internos.
Con esta información, Torra ha respondido a la pregunta efectuada en el pleno por la diputada de la CUP Maria Sirvent, con quien se ha comprometido a informar de los expedientes abiertos en el plazo de un mes, cuando el conseller del Interior acuda a la Cámara para explicar el contenido de la auditoría interna. “Cualquier actuación dudosa debe ser resuelta e investigada y debe de derivar en responsabilidades, como ocurre con cualquier funcionario”, ha asegurado el jefe del Govern.
La de este martes ha sido, para Torra, su primera sesión de control después de haber perdido la condición de diputado por orden de la Junta Electoral Central avalada por el Tribunal Supremo. Una situación inédita desde 1978, pues la Constitución exige que el president de la Generalitat sea diputado, y que ha generado momentos de choque con algunos de los grupos de la oposición.
Después de la pregunta efectuada por el líder del PP, Alejandro Fernández, Torra ha iniciado su respuesta recordando que el partido había interpuesto una querella contra él por usurpación de funciones, al considerar que no era president. “Ya deben haber retirado la querella por usurpación de funciones, porque están preguntando al president de la Generalitat”, ha dicho Torra. A lo que Fernández ha respondido que su pregunta iba dirigida al vicepresident Pere Aragonès, a quien el PP considera president por sustitución. Con todo, Fernández ha aceptado seguir interpelando a Torra.
El mediador divide al Govern
La sesión de control de este miércoles ha vuelto a poner de relieve las diferencias que separan a los socios del Govern respecto a la forma de abordar la negociación con el Gobierno central en la mesa bilateral que aún no ha comenzado. Y, en concreto, el tema por el que los dos grandes partidos independentistas chocan ahora es por la figura del mediador, en la que JxCat insiste y que ERC ha dejado de reclamar como una condición.
Torra, en cambio, ha insistido ante el pleno que el mediador es una condición puesta por el Parlament, que avaló una resolución en ese sentido, y ha asegurado que, de ser rechazada por el PSOE, la Cámara deberá de pronunciarse sobre si seguir adelante con la negociación.
“Ahora que hemos forzado al Estado a sentarse, no podemos regalarle ni nuestras debilidades, ni reproches, ni dudas”, ha reclamado el portavoz republicano, Sergi Sabrià, quien ha asegurado que no pueden ponerse “excusas” al diálogo “que pueden parecer coherentes pero pueden esconder la voluntad de hacerlo imposible”. EL portavoz republicano ha pedido a Torra “sumar desde los diferentes espacios y dejar de dividir”.
El president, sin embargo, ha contestado asegurando que “el diálogo por el diálogo, en sí mismo, solo tiene sentido si tiene un objetivo”. Por esta razón Torra ha reiterado que exigirá al Gobierno de Pedro Sánchez “un método y garantías” de cumplimiento de lo que se acuerde.
3