La jueza que ordenó a Mossos, Policía y Guardia Civil impedir el 1-O les pidió actuar “con paciencia y contención”
“Tener paciencia y actuar con contención”. Así debían actuar Mossos d'Esquadra, Guardia Civil y Policía Nacional para impedir el referéndum del 1 de octubre, según la orden que transmitió tres días antes de la votación la magistrada Mercedes Armas a los jefes de los tres cuerpos. Lo ha revelado el secretario de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TJSC) Joaquim Martínez en el juicio al major de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís, en una declaración beneficiosa para los intereses de defensa del major.
Se esperaba el testimonio de Martínez porque fue una de las personas que estuvieron presentes en momentos clave y poco conocidos del procés de los que hasta ahora solo había visiones parciales de los responsables de cada cuerpo policial. El primero fue la entrega, el 27 de septiembre de 2017, por parte de la magistrada del auto para impedir el 1-O a Trapero y a los jefes de Policía y Guardia Civil en Catalunya, Sebastián Trapote y Ángel Gozalo. El segundo, el mismo día del referéndum, en una reunión con Armas, Trapero y el coordinador policial del 1-O y por entonces alto cargo del Ministerio del Interior, el coronel Diego Pérez de los Cobos.
Lo relevante de la declaración como testigo de Martínez es que ha aportado una visión imparcial y no contaminada por el enfrentamiento entre cuerpos policiales tras el referéndum. De la primera reunión, ha explicado que en una versión original del auto, la magistrada Armas no incluyó ninguna referencia a las labores de coordinación de Pérez de los Cobos, que el coronel ya venía ejerciendo por indicación de la Fiscalía.
Fue Trapero, ha abundado Martínez, quien planteó “dudas” a la magistrada sobre “quién tenía que coordinar el dispositivo y las tareas de dirección del operativo”. A estas dudas respondió Armas con una nueva y definitiva versión del auto en la que introdujo una referencia a Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo, una función que, según el propio coronel, no era de mando.
Tras entregar el auto definitivo, ha agregado Martínez, la magistrada Armas quiso hacer unas consideraciones a los responsables de los tres cuerpos “a título de cierre”. “Agradeció a los tres que hubieran comparecido y dijo que el día 1 sería difícil y complicado, pero que confiaba en la profesionalidad de los tres cuerpos”, ha relatado Martínez, para a renglón seguido reproducir las pautas de actuación que, de forma oral, transmitió la jueza a los mandos: “Dijo que había que tener paciencia y actuar con contención”.
Como no era una reunión formal, Martínez no levantó acta del encuentro. En el auto, Armas tampoco incluyó específicamente estos términos, si bien sí recordó a los cuerpos policiales la necesidad de impedir el referéndum “sin alterar la normal convivencia ciudadana”.
A todas esas palabras –las del auto y las que dijo la magistrada– se agarra Trapero para defender la actuación de los Mossos el 1-O, poniendo en valor el modelo de mediación y proporcionalidad de la policía catalana. Por contra, la Fiscalía, que le pide 11 años de cárcel por rebelión, considera que el major usó las apelaciones de la magistrada para promover una inacción de sus agentes para permitir la votación en vez de impedirla.
El secretario –ahora letrado de la administración de justicia– del TSJC ha continuado su testimonio con lo sucedido el día del referéndum. Por la mañana, ha explicado, Trapero le llamó para pedirle una reunión con la magistrada por las “circunstancias a su parecer graves” que se estaban produciendo, en referencia a las cargas de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
La magistrada citó a Trapero al mediodía, y a esta hora le convocó Martínez. Pero por sorpresa del secretario en la reunión también apareció Pérez de los Cobos. “Ignoro quién llamó a Pérez de los Cobos, yo no le llame”, ha querido dejar claro Martínez. En la reunión, según la versión del secretario, Pérez de los Cobos reconoció que los cuerpos estatales vivían “situaciones difíciles o complicadas, pero que tenía situación bajo control”. Pérez de los Cobos y Trapero siguieron con una conversación en privado.
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