Seis jóvenes de Arran, a un paso de ir a juicio por irrumpir en la sede del PP y pintar grafitis en la puerta
La protesta que el pasado mes de marzo organizó Arran, la rama juvenil de la izquierda independentista catalana, en la sede del PP en Barcelona terminará en el banquillo de los acusados para seis de sus militantes. En concreto, para los que irrumpieron en el vestíbulo de la sede de los populares y pintaron grafitis y engancharon pegatinas en sus puertas.
El titular del juzgado de instrucción 11 de Barcelona ha cerrado la investigación abierta tras la denuncia del PP catalán, y ha considerado que existen indicios suficientes para que seis militantes de Arran vayan a juicio por los presuntos delitos de desórdenes públicos, penado con cárcel, y daños, castigado con una multa. Ahora la Fiscalía y la defensa de los jóvenes deberá formular escrito de acusación o, por contra, reclamar el archivo del caso.
En concreto, en su auto, el magistrado acota que la conducta de los jóvenes encaja con la modalidad del delito de desórdenes que castiga la ocupación, en contra de la voluntad del propietario, de un establecimiento o un local aunque se encuentre abierto al público, como es la sede del PP. Esta modalidad delictiva se incluyó en la reforma del Código Penal aprobada por el PP en 2015 y está castigada con una pena de prisión de tres a seis meses o una multa.
El juez considera que mientras decenas de jóvenes protestaban frente la sede del PP catalán en la calle Urgell de Barcelona, los seis procesados –que se negaron a declarar en su comparecencia ante el juzgado– fueron más allá de la manifestación, que por si sola, recuerda el magistrado, “no es constitutiva de infracción penal”.
Si los miembros de Arran están imputados es por irrumpir en el vestíbulo de la sede del PP, donde, según el juez, “pretendieron por la fuerza traspasar otra puerta” para acceder a la zona donde se encontraban agentes de seguridad, que cerraron el acceso y no les dejaron acceder al interior de la sede del PP. Remarca el auto que los jóvenes permanecieron en el vestíbulo del PP sin dejar entrar o salir al personal del partido “alterando el normal funcionamiento” de la formación, elemento fundamental para procesarles por desórdenes públicos.
Respecto al presunto delito de daños, el magistrado sostiene que tres de los seis acusados, una vez fuera del vestíbulo, pintaron grafitis y engancharon pegatinas en las puertas de la sede del PP, lo que ocasionó daños valorados en 1.391,5 euros.
Los jóvenes se negaron a acudir a su citación para declarar como imputados el pasado mes de julio, lo que llevó al juez a pedir a los Mossos d'Esquadra que les detuvieran. Tras ser arrestados y puestos a disposición del juez, también se acogieron a su derecho a no declarar.