La consellera Mollà pide 86 millones para que el Gobierno valenciano sea el primero en invertir más en prevención que en extinción de incendios

La Comunitat Valenciana podría convertirse en la primera de España en invertir más recursos en prevención de incendios que en extinción si el Gobierno valenciano acepta la propuesta que realizó este martes la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà. El objetivo es proteger los 1,3 millones de hectáreas de bosque de la Comunitat Valenciana, si bien es cierto que el 55% de la superficie es de particulares, y del 45% restante, más de la mitad es de titularidad municipal.

La consellera trasladó la necesidad de incrementar la partida presupuestaria destinada a esta materia de los 27 millones de euros actuales a 86, superando los casi 81 millones que se destinan actualmente a extinción de incendios. De esta forma, se daría respuesta a las diferentes reivindicaciones tanto técnicas como políticas de los últimos días referentes a la necesidad de invertir en prevención para tratar de minimizar el riesgo de incendios como los de la Vall d'Ebo y de Bejís que han arrasado 30.000 hectáreas.

Sin ir más lejos, la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita este lunes a las zonas afectadas del Alto Palancia, fue en esta línea. “Antes los servicios de Protección Civil me decían que estos incendios de nueva generación nos exigen replantear cómo luchamos y como prevenimos estos incendios y ese es el compromiso absoluto del Gobierno de España, poner todos los medios y todos los recursos para prevenir y para extinguir estos incendios y, sin duda alguna, para recuperar estos parajes naturales tan espectaculares y tan únicos”, dijo el jefe del Ejecutivo.

Así, de los 86 millones de inversión en prevención, Mollá propone dedicar 40 a la creación de un un Fondo de Cooperación Forestal para financiar los planes de prevención de los municipios. Las diputaciones tendrían que complementar estas aportaciones con otros 40 millones (entre las tres corporaciones) tal y como se hace con el Fondo de Cooperación Municipal. En cuanto al criterio de reparto, cada municipio recibiría una partida en función de sus hectáreas de masa forestal y de parques naturales, por lo que cuantas más hectáreas de bosque tenga una localidad, más dinero recibiría. De esta manera, se financiarían los planes locales de prevención que han realizado en los últimos meses la mayoría de localidades.

Además, se propone que el Servicio de Vigilancia Preventiva pase de 18 a 23 millones de euros de asignación y que las brigadas de mantenimiento de infraestructuras pasen de 17 millones de euros en cuatro años a 12,5 millones de euros por año, de forma que puedan tener asignadas demarcaciones forestales concretas para encargarse del mantenimiento. Por último, se solicita pasar de 3 millones de euros a 10.5 millones de euros en obras de prevención de incendios tales como la construcción de depósitos de agua o cortafuegos.

80 millones para regenerar Bejís y la Vall d'Ebo

El departamenton de Emergencia Climática y Transición Ecológica ha trasladado también a la presidencia de la Generalitat una primera valoración sobre los recursos necesarios para recuperar las zonas dañadas por los incendios de Bejís y de la Vall d'Ebo.

Según han explicado fuentes del departamento que dirige Mollà, sería necesaria una primera actuación urgente calculada en 30 millones de euros (1.000 euros por hectárea), en la que también debería participar el Gobierno central, con el objetivo de proteger el suelo afectado y evitar así su erosión. Entre las actuaciones a realizar, destacan la construcción y restauración de muros de piedra para evitar la erosión; la reposición de carteles informativos; la tala y eliminación de árboles muertos en la franja de 10 metros a lo largo de las pistas forestales; el labrado y siembra de bancales perdidos para alimento de la fauna; la colocación de abrevaderos de agua para la fauna; la apertura y mantenimiento de los cortafuegos, y la repoblación de zonas donde la regeneración natural no sea viable por falta de semillas.

Adicionalmente y en una segunda fase, harían falta otros 50 millones de euros procedentes en parte de fondos europeos para las siguientes labores: tala y astillado de árboles que impidan o retrasen la regeneración; eliminación de árboles muertos por razones de sanidad forestal, restauración de bosques incluidos en la red Natura 2000 como sabinares y pinares negros; labrado y siembra de bancales perdidos para alimento de la fauna; restauración de las microrreservas afectadas; producción de plantas y árboles para los proyectos de restauración; tratamientos de poda y mejora de los carrascales; mejora de la capacidad de los suelos para retención del agua; creación de núcleos de dispersión de semillas que sean alimento de especies de fauna, y creación de cobijos y posaderos para aves.