Controlados a distancia
En las primeras manifestaciones contra los recortes, y las congelaciones de sueldos a los funcionarios, muchos profesores salieron a la calle a reivindicar sus derechos, algunos de ellos hacían años que no pisaban una manifestación. Recuerdo el día con plena claridad, la gente se arremolinaba junto al I.E.S. Jorge Juan, en Alicante, habían pancartas, pitos, y un aire festivo que se alejaba de la lucha social que íbamos a emprender. Un profesor conocido marchó junto a mi en la manifestación, estaba como en otro mundo, sus últimas incursiones en esto de luchar por algo más que una oposición, terminaron hace años, y ahora esto, parecía venirle grande.
Al finalizar la marcha, que fue pacífica y algo desastrosa, un agente se le acercó, el policía nos pidió los carnés y él fue el primero en dárselo. En realidad todos estábamos convencidos que era un mero trámite, pero los meses pasaron, las manifestaciones siguieron y los recortes, como ya bien saben, continuaron existiendo. Este profesor recibió una multa, por desorden, quizás habían entrado en su cuarto y vieron que era una leonera, porque sólo así podía explicarse la notificación, por descontado, jamás volvió a pisar una manifestación, asustado de volver a “desordenarse”.
El gobierno español ha presentado, de la mano de Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, y que también podría serlo de Dios, pues pertenece a la Sacra y Militar Orden Constantiniana de San Jorge, que tiene unos preceptos muy determinados como son: glorificar la Cruz, difundir la Fe y la defensa de la Santa Madre Inglesia, donde también es Caballero de la Gran Cruz del Mérito. Pues éste hombre, que se encarga de velar por nuestra seguridad, se fue hasta Lleida para presentar lo que será el nuevo DNI 3.0, y allí habló de lo bien que nos iba a venir para gestionar cuestiones on-line. Pero casualmente, no comentó nada de esa cara oculta que tienen las cosas cuando se hablan maravillas de ellas, ya saben de las que los políticos se olvidan, quizás por la enorme cantidad de datos que manejan o por mero desconocimiento, no sean malos, no piensen mal. El DNI, hay que recordar que el número uno del primer DNI lo tuvo Franco, el dos su mujer, Carmen Polo, y el tres, adivinen, pues sí, su hija, Carmen Franco y Polo, que en la actualidad posee el DNI con el número más bajo en activo, no es algo nuevo. El último modelo poseía un chip, es cierto que su uso no ha sido muy frecuente, y que parecía estar ahí un poco de adorno. Ese chip sólo podía funcionar introduciéndolo en unas máquinas para ver algunos documentos y hacer ciertas gestiones, pero en la práctica no lo usaba casi nadie.
El gobierno, que siempre vela por nuestra seguridad y libertad, mientras no vayamos a manifestaciones o actos en su contra, por muy pacíficos que sean, ha mejorado su tecnología incluyendo el RFID, que dicho así no suena mal, pero que son las siglas de Radio Frequency Identification, es decir, un chip de radiofrecuencia adherido al carné, con este chip de radio frecuencia podrán saber todos los datos de nuestros carnés a distancia, no teniendo que cansarse en venir a pedírnoslos. No vaya a ser que nos olamos el pastel de la multa. Esta tecnología, que para nada es nueva, se emplea en el seguimiento de equipaje facturado en los vuelos. Ahora podrán saber a distancia, y sin la necesidad de una justificación, quién va a las manifestaciones o qué personas deciden ejercer su derecho a huelga, seguro que esos datos les interesarán muchos a las empresas privadas o a los gobiernos para ver quiénes no está de acuerdo con sus políticas, saber quiénes son, dónde viven, y por descontado, a cuántas manifestaciones han ido desde que tienen su nuevo DNI.
La ley mordaza parece lo peor, hemos visto manifestaciones y un mosqueo en la calle muy grande, pero a veces estos avances, que registran de un modo discreto y rápido nuestros movimientos, reduciendo nuestras libertades, con un trabajo más fino y subreptico, pueden conseguir más que una ley, por muy mordaza que sea, porque ¿quién se va a manifestar contra el DNI que promete agilizar trámites odiosos y largos, aunque ponga en solfa nuestra libertad?.
De todo modos si existiera, cosa que dudo mucho, un conato de cabreo general, solo haría falta aludir a la seguridad nacional, a los terroristas islámicos y a los sucedido en París, que sin duda ha dado cierta autoridad para seguir minimizando la capacidad de las personas a ser más libres, en pos de esta supuesta seguridad que nos proporciona poder estar vigilados sin que lo sepamos.
Sin duda la ley mordaza está en el escaparate, como un buen maniquí, y suponemos que Podemos o quién entré en el poder eliminará dicha ley, quedando como adalides de la libertad absoluta, los medios aplaudirán, el pueblo vitoreará los alardes de democracia plena, pero el DNI seguirá, y el siguiente gobierno, la patronal o quién sea, controlará exactamente igual, porque el DNI 3.0 no está en el escaparate, sino en la trastienda, donde pasan cosas que no se ven. Aunque en verdad todos los gobiernos, y el español no iba a ser menos, siempre han deseado ese control, y el carné de identidad es un buen vehículo, de hecho los primeros españoles a los que obligaron a tener DNI, fueron los presos y los que permanecían en libertad vigilada. La idea es similar, pero la técnica ha mejorado.
