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La línea de tren Xàtiva-Alcoi quedará sumergida cuando haya riadas para evitar inundaciones en la comarca de La Ribera

Alivio de aguas del embalse de Bellús durante un episodio de lluvias.

Toni Cuquerella

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Sumergir un tramo de la línea de tren Xàtiva-Alcoi puede evitar inundaciones en la comarca de la Ribera. ¿Cómo puede ser esto? La clave está el embalse de Bellús, en la comarca de la Vall d'Albaida.

Este embalse, en funcionamiento desde hace 25 años y con una capacidad de 69,2 hectómetros cúbicos, se construyó en el río Albaida para aliviar las crecidas del río Xúquer, del cual es afluente. En capítulos de borrascas recientes como la DANA de septiembre de 2019 o 'Gloria' en enero de 2020, se batían récords de precipitación en Ontinyent de las últimas décadas y se desbordaba el río Clariano -afluente este a su vez del río Albaida-; entonces se llegó a embalsar un máximo del 31,60% de su capacidad, pero el agua continuaba río abajo y llegó a inundar numerosas zonas de la comarca de la Ribera, llegando a cortar la autovía A-7. La presa no cumple con la función para la que estaba creada.

¿Y esto por qué? Pues porque si se llega a los 30 hectómetros cúbicos y se supera así el 42% de su capacidad, rebasaría el nivel de la línea férrea Xàtiva-Alcoi entre Benigànim y la Pobla del Duc, y tiene que desaguar cada vez que hay peligro de inundación de esta línea tren. Así se estipula en las normas de explotación del embalse de Bellús que restringe esta capacidad, porque cuando el embalse supera los 29 hectómetros cúbicos y está en cota alta el agua inunda el paso inferior del tren a su paso por los barrancos de Torrella y Forcall, inestabilitza los taludes donde están construidos los puentes y hace de valla ante posibles riadas de estos caudales.

La solución en principio debía pasar por modificar el trazado de la línea férrea, eternizado desde hace décadas, y así hacer lo mismo que la carretera CV-611 que comunica los municipios de Benigànim y la Pobla del Duc, que desde 2015 tiene un nuevo recorrido y ya no está sometido al riesgo de inundaciones. No obstante, este cambio de trazado no está actualmente sobre la mesa y el problema de las inundaciones en la Ribera continúan cada vez que hay fuertes temporales.

Protestas

Tras las inundaciones producidas por ‘Glòria’ en la Ribera los alcaldes de los municipios más afectados dijeron basta. Es por eso que se movilizaron y reclamaron soluciones a la Confederación Hidrográfica del Xúquer (CHX). La confederación asumió la intención de solventar el problema y las medidas irán en dos vertientes diferentes.

La primera ha sido entablar conversaciones con Adif para que esta introduzca mejoras en el trazado con un nuevo viaducto que eleve el nivel de la vía del tren, pero esto supondría una inversión que irá para largo, y ya es sabido que la línea Xàtiva-Alcoi no es una prioridad en estos momentos.

Así que, mientras no se actúen en la línea para esquivar las inundaciones, la única alternativa es dejar que el agua anegue la vía férrea. Por ello la CHX ha establecido un nuevo protocolo por el que en caso de necesidad se rebasará el limite estipulado y se interrumpirá la circulación en la línea, pero se hará únicamente para evitar crecidas del Xúquer en la Ribera, es decir, cuando sea necesario para la seguridad de las personas. La confederación ha confirmado que se priorizará la laminación de avenidas a costa de inundar la vía del tren. No obstante también ha puntualizado que este nuevo protocolo se halla en fase de redacción y de confirmación.

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