Ribó pide en el Vaticano que las ciudades se impliquen en la crisis de los refugiados
“Lo que destacábamos en España cuando veíamos que las ciudades estaban por delante de la actitud del Gobierno español en cuanto a la defensa y la ayuda a los refugiados no es un fenómeno español, sino que podemos constatar que lo es también en todas las ciudades de Europa”.
Así se ha manifestado este viernes en Roma el alcalde de Valencia, Joan Ribó, que ha intervenido en el encuentro de alcaldes 'Europa: las personas refugiadas son hermanas nuestras', auspiciado por el papa Francisco y en el que también participa el concejal de Cooperación al Desarrollo e Inmigración, Roberto Jaramillo.
Según Ribó, “en estos momentos las ciudades de Europa piensan de una manera solidaria, mientras que sus gobiernos y la Unión Europea están teniendo unos planteamientos que no ayudan en absoluto y están convirtiendo el mar Mediterráneo en un mar muerto por el número de personas que han fallecido como consecuencia de todas las restricciones”.
La ciudad de Valencia, representada por Joan Ribó, ha tomado la palabra en este encuentro en el que participan Madrid, Barcelona, Londres, Berlín, Zaragoza y Málaga, entre otras ciudades europeas, en el bloque de las siete urbes que lo han hecho primer lugar.
En su intervención ha pedido que se dé una oportunidad a la Europa de los valores y de las ciudades, “enraizada en la defensa de los derechos humanos, capaz de trabajar conjuntamente desde la pluralidad ideológica y de creencias, ante las crisis humanitarias que nos rodean”.
El alcalde de Valencia ha destacado que “las ciudades queremos trabajar en la solidaridad, que ya lo estamos haciendo”, y se ha referido en concreto a la reciente celebración en nuestra ciudad de unas jornadas, SOLIMED, “precisamente para ayudar a todas las ciudades españolas en los temas jurídicos de cara a esa acción solidaria”.
Ribó ha recordado que “no hacemos más porque no nos dejan. Planteamos llevar un barco directamente a Lesbos para traer refugiados a Valencia; lo teníamos todo preparado, pero, por desgracia, el Gobierno español, que es quien controla las fronteras, no nos ayudó”.
El papa como punta de lanza
Ha añadido que “en estos momentos la disponibilidad de la ciudad de Valencia para ayudar a los refugiados es muy superior a las posibilidades que les está dando el Gobierno español”, y ha resaltado la importancia de que “las ciudades estamos en la vanguardia en la defensa de los refugiados y en muchos temas, como la lucha contra el cambio climático y otros a los que, por desgracia, está prestando muy poca atención el Estado español”.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha dicho que le parecía “estupendo” que el papa Francisco tenga unos planteamientos de defensa de los refugiados y de las personas que más carencias sufren similares a los suyos y los que comparten los alcaldes de otras ciudades representadas en el encuentro de Roma.
“Estoy contento de poder coincidir con él, igual que estaré encantado de poder coincidir con otras personas de cualquier otra religión, o sin religión, con las que podamos trabajar conjuntamente en defensa de los derechos humanos. Bienvenida sea esa ayuda. Estoy encantado de que el papa Francisco sea una punta de lanza en esa lucha”.
En ese mismo sentido, en su intervención en este encuentro para analizar la situación de los millones de refugiados que hay en el mundo y buscar alternativas para dar una solución humanitaria al problema que padecen, en el que participan 70 ciudades de toda Europa, Ribó ha agradecido el impulso del papa Francisco y ha señalado que la presencia de las administraciones locales en el Vaticano “no debería reducirse al lamento, sino aportar alternativas. Y algunas de ellas ya están trazadas”.
Ribó ha deseado que “esta cumbre sea un clamor para poner fin a la guerra de Siria y a aquellos conflictos bélicos olvidados en el magma mediático. Para atender como es debido a las personas refugiadas y garantizar el derecho de asilo, para crear corredores humanitarios, poner fin a las diversas formas de esclavitud y trata de personas, implementar programas de gasto social financiado con el cierre de los paraísos fiscales, y fomentar el desarrollo económico de los países que sufren la pobreza”.
Además, se ha referido a la solidaridad de las vecinas y vecinos de las ciudades que, por ejemplo, en Valencia, han puesto a disposición de las instituciones sus propias casas para acoger a las personas refugiadas, y han colaborado económicamente en el proyecto 'Valencia, ciudad refugio'.