Así debes limpiar tu microondas para mantenerlo libre de bacterias
Es difícil encontrar superficies que no hayan sido previamente esterilizadas libres de bacterias. Algunos microorganismos, además, son especialmente resistentes a la temperatura que se pueda ejercer sobre ellos. Y hay espacios donde es más habitual la concentración de bacterias, como las cocinas o los baños; dos estancias en las que nos tendremos que esforzar más que en otras para mantenerlas limpias y en las mejores condiciones de higiene. Libres de contaminación. En especial en la cocina, donde nos dedicamos a manipular alimentos y tenemos que ser lo más cuidadosos posible.
Y aunque según un estudio del Instituto Noruego de Investigación Alimentaria, Pesquera y Acuícola (NOFIMA) la mayor parte de las bacterias que podemos encontrar en nuestras cocinas son “inofensivas”, lo cierto es que ahí están. Este informe -que se publicó en la revista Applied and Environmental Microbiology- analizó los microorganismos detectados en 74 cocinas de cinco países europeos: Francia, Rumanía, Portugal, Noruega y Hungría.
Ocho géneros bacterianos fueron los más recurrentes en los análisis de encimeras, utesinlios, fregaderos o tablas de cortar: Acinetobacter, Pseudomonas, Enhydrobacter, Enterobacteriaceae, Psychrobacter, Chryseobacterium, Bacillus y Staphylococcus.
Y aunque a nadie se le escapa que las bacterias están más o menos presentes en el entorno, y por tanto, en nuestras cocinas; quizás lo que sí no te esperabas es que también persistan en el interior de los microondas, sometidos a elevadas temperaturas y radiación, como desvela otro estudio que se dio a conocer en agosto en la revista Frontiers in Microbiology, en este caso de investigadores de la Universitat de València que trabajaron junto a la compañía Darwin Bioprospecting Excellence.
Este estudio tomó como muestra 30 microondas, de los cuales una decena eran de uso doméstico, otra decena de ellos eran de uso compartido en oficinas y el resto, de laboratorio. Los resultados de sus análisis demostraron que en los hornos microondas que encontramos en las casas sí que sobreviven las bacterias más habituales en las cocinas, mientras que en los de laboratorio solo lo hacen aquellos microorganismos que han conseguido adaptarse a unas condiciones de radiación y calor más extremas, como por ejemplo los extremófilos.
Es decir, que las bacterias que podemos encontrar en el interior del microondas no son distintas de las que están en la superficie de nuestra encimera, nuestro fregadero o el estropajo. No son especialmente peligrosas, pero tampoco podemos confiar al cien por cien en el microondas -por ejemplo- como instrumento para desinfectar algunos utensilios como los biberones que usamos para alimentar a los bebés, los trapos de la cocina u otros instrumentos; ya que aunque por las altas temperaturas que alcanza sí que puede hacer disminuir en una gran proporción las bacterias, no llegaría a hacerlo totalmente.
Mantener las bacterias a raya
Y, ¿cómo podemos limpiar nuestros microondas para mantenerlos lo más limpios e higiénicos posible? Te contamos algunas de las fórmulas que mejor resultado pueden darte para eliminar bacterias, pero también otras manchas de restos de alimentos y grasa que son más visibles y que tenemos que mantener también a raya.
Descuidar el mantenimiento del microondas puede ser perjudicial para nuestra salud, modificar el aroma de las recetas que cocinamos o los platos que calentamos en él y, finalmente, pueden colaborar en el deterioro del aparato y acortar su vida.
Pero, antes de pasar a la acción, recuerda que es un aparato eléctrico y te recomendamos que antes de limpiarlo, no olvides desenchufarlo de la corriente y retirar el plato giratorio del interior.
- Uno de los métodos más eficaces será combinar vinagre y bicarbonato, es una fórmula muy potente y que siempre resulta ganadora a la hora de desinfectar espacios. Vamos a utilizar dos vasos de agua y vamos a añadirle una cucharada sopera de vinagre. Lo calentamos en el interior del microondas hasta que el líquido se evapore y se forme vapor de agua. Con cuidado, ahora lo que vamos a hacer es frotar con un estropajo suave o trapo las paredes del microondas y demás partes con bicarbonato. Solo nos queda enjuagar.
- Otra forma de usar el vinagre de limpieza en el aseo del horno microondas es añadir un chorrito a un pulverizador lleno previamente con agua. Lo que haremos será rociar con la mezcla el interior del electrodoméstico, dejarlo actuar entre 10 y 15 minutos y aclarar.
- En el grupo de desinfectantes naturales encontramos el jugo de limón. Para nuestro menester, cortaremos uno de estos frutos por la mitad, lo introduciremos en un recipiente apto para microondas con un poco de agua, y lo calentaremos en su interior a la máxima potencia hasta que empiece a evaporarse. También podemos utilizar el limón exprimido, su zumo. Este método es muy útil si lo que queremos es terminar con los malos olores que a veces se pueden concentrar en estos pequeños hornos.
- Si en lugar de calentar en el bol apto para microondas un poco de lavavajillas en lugar de limón, conseguiremos eliminar la mayor parte de manchas concentradas de grasa.
El microondas: un electrodoméstico seguro
Existe mucha desinformación en torno a este aparato. Aunque hay gente que todavía duda de su seguridad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que “no hay evidencia de que los hornos microondas representen un riesgo para la salud”; una postura que defienden también en la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA).
Hay que terner presente que las radiaciones de los microondas no son de alta frecuencia como las de los rayos X de las radiografías o los rayos gamma. Son de baja frecuencia.
Lo que sí debes tener en cuenta a la hora de utilizarlo es que -por ejemplo- no vale cualquier recipiente, y tenemos que asegurarnos de que es apto para este tipo de horno, lo que nos evitará sorpresas desagradables.
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