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Andrés Barrios, el “Paco de Lucía del piano” que ve el flamenco sin temor a la fusión
Javier Herrero.
Madrid, 12 nov (EFE).- Hay quien ve a Andrés Barrios como un músico de jazz por su gusto por la improvisación y quien, con el acompañamiento de un zapateado, lo identifica como flamenco. “Será que la mezcla está bien hecha”, celebra el llamado “Paco de Lucía del piano” ante un nuevo disco que ratifica esa visión “sin temores” a la fusión.
Cuenta a EFE que no fue él quien se puso ese sobrenombre, sino el productor Miguel Ángel Arenas, alias Capi, pero lo aceptó de buen grado por el cariño del que surge y porque, si había algo que admiraba del ya legendario guitarrista, fue su “inquietud de búsqueda hacia otras músicas”.
De hecho, no fue el flamenco el territorio en el que Andrés Barrios (Utrera, 1997) comenzó su formación oficial a las teclas a los 7 años, sino el clásico. Serían catorce años de estudios profesionales, seis en Sevilla, con un máster de músicas del mundo en Países Bajos.
“Y luego tuve la formación de la calle, que también fue muy importante, donde aprendí el flamenco y toqué con mucha gente. Era algo que había escuchado toda mi vida, pero no le echaba cuentas porque andaba más pendiente de otros géneros, como el pop o el rock, pero en mi adolescencia me di cuenta de que el flamenco me iba a dar de comer”, rememora.
Uno de sus grandes saltos lo dio al ganar en 2018 el Filón a mejor instrumentista en el Festival Internacional del Cante de Las Minas. Llegarían así su primer disco, 'Al sur del jazz' (2019), ya con colaboraciones tan importantes como las de Arcángel o Rocío Márquez.
“Me siento un músico sin prejuicios, porque no los he tenido a la hora de escuchar música, el flamenco en particular, y por eso mi forma de hacerlo es igual, sin miedo, sin temor de hacer fusiones”, explica quien reconoce su admiración por figuras como Chano Domínguez, pero afirma que, por sus antecedentes clásicos, no posee referentes directos al piano. “Tengo claro que mi camino es único”, dice.
Como un homenaje a su abuelo y a su generación, en mayo publicó 'De Barrios a Lorca: rapsodia de canciones populares', con el que quiso inmortalizar un espectáculo “pianísticamente muy profundo” en torno al poeta de Fuente Vaqueros (Granada) que presentó en 2020 y en el que puso “mucha energía y horas”.
En medio se cruzó su nuevo álbum, que lanzó hace unas pocas semanas bajo el título 'Km. 0' y que representa su vuelta “a las raíces, al punto de partida” que es Utrera, de ahí la seguiriya 'Ocho caños', que alude a una fuente del pueblo, o la rondeña 'A Fernanda', dedicada a una cantaora de su tierra.
Desde allí viaja a través de once cortes hasta Colombia con 'La Colombiana', un corte que le inspiró una gira por algunos países latinoamericanos, para dar cuenta de todo el tránsito que ha experimentado el flamenco en su aún breve historia, así como el que le queda por transitar en el siglo XXI.
“Yo he nacido ya con el teléfono en el bolsillo, escuchando lo que se hacía en la India o en pueblos recónditos de Perú, y eso me permite tener una riqueza musical que hace 100 años no se podía tener”, expone.
En 'Km.0', que él mismo se ha ocupado de editar y producir, ha contado además con voces como las de Pedro El Granaíno y Estrella Morente, que le pidió de manera proactiva cantar el tema 'Azul infinito' después de escucharla aún sin letra.
Lamenta por un lado el estigma que ha pesado en España durante mucho tiempo sobre el flamenco, “considerado una música menor, como de taberna”, pero le auspicia un gran futuro, incluso en países de habla no hispana donde ya ha tocado, como EE.UU., y donde le resulta más fácil hacerse entender gracias no solo al piano, sino también por sus dejes clásicos y jazzísticos.
“El flamenco es una música nuestra que nace de la raíz y la mezcla de culturas. Los gitanos la han llevado a un nivel impresionante, pero al final viene de Andalucía para España y el resto del mundo y mi enfoque al llevarlo a una orquesta probablemente da una impresión más global”, concede.
Entre sus próximos compromisos aparecen una cita el próximo 17 de noviembre en el Auditorio de Zaragoza y otra el 19 en el Auditorio Nacional de Madrid. Además, el próximo 31 de octubre colaborará con la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla en la 'Rhapsody in blue' de Gershwin.
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