Antonio Najarro defiende que la moda es “un aliado perfecto para la danza”

Con motivo del Día Internacional de la Danza, el Ballet Nacional de España se ha subido a la pasarela para mostrar 130 trajes del vestuario de algunas de sus coreografías más emblemáticas porque, como ha dicho a Efe su director, Antonio Najarro, la moda “es un aliado perfecto” para la danza.

“La moda es un aliado perfecto siempre y cuando se cuiden muchísimo los volúmenes, los tejidos, porque no hay que olvidar que somos bailarines y que la moda nos tiene que acompañar en el físico y el movimiento del bailarín”, ha expresado a Efe Najarro (Madrid, 1975) al término del desfile celebrado hoy en el Matadero de Madrid.

Para Najarro la moda siempre ha estado “muy ligada” a la danza y, en su caso, siempre ha dado “una gran cobertura” a las nuevas tendencias dentro del mundo de la danza española y del flamenco.

“Pienso que la danza tiene que estar ligada tanto con la moda, como con la pintura o el cine. Se tiene que ver que nosotros estamos también en la vanguardia y que estamos apoyando las nuevas tendencias en todos los sentidos”, ha agregado.

En el desfile han sido 30 los bailarines del Ballet Nacional de España que ha lucido ante el público diseños de ballets como “Paso a Cuatro”, “Grito”, “Bolero”, “Ángeles caídos” o “Suite Sevilla”.

Precisamente, el vestuario de esta última coreografía (2012) fue diseñado por Najarro que, como ha contado, en el mundo de la moda se encuentra “muy cómodo”.

“Vestir a mis bailarines es también vestir mi coreografía y conozco perfectamente lo que quiero para el vestuario para que se realce del movimiento. Me introduje en ese mundo y ahora hago los diseños de vestuario en algunas ocasiones”, ha afirmado.

El director del Ballet Nacional de España ha destacado también la colaboración del diseñador francés Nicolás Baudelet en el vestuario de unos de sus ballets, “Sorolla”. Una colaboración que hizo que el espectáculo fuera “maravilloso”.

“En este caso -ha especificado- el mundo de la moda se unió a la pintura con Sorolla e hicimos que un diseñador como Nicolás se metiera en el mundo de la pintura para hacer impresiones sobre los vestidos a la hora de confeccionarlos. Unimos dos mundos”.