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Apadrinar un monumento, preservar su estado y recuperar su brillo
Como uno de los oculistas más avanzados de su época, Muhammad Al-Gafequi celebraría hoy el madrinazgo que desde Córdoba han puesto en marcha sobre la estatua que hay levantada en su honor, y que en apenas unos días, ha recuperado el brillo que el paso del tiempo le había robado.
La “madrina” en cuestión del monumento es la restauradora Ana Infante, que ha puesto cara a la iniciativa “Apadrina un monumento”, que promueve la empresa de Saneamientos de Córdoba (Sadeco), la consultora Tierra Creativa, y un ramillete de empresas privadas de Córdoba y provincia, con el objetivo de fomentar la implicación y compromiso de los cordobeses en el cuidado de su entorno.
El primer “apadrinado” ha sido Al-Gafequi, oculista árabe nacido en Belalcázar y que murió en Córdoba en el siglo XII, y para cuyo VII centenario la ciudad le levantó, en 1965, un busto en la plaza de Cardenal Salazar, obra del escultor Miguel Arjona.
Como tantos otros monumentos repartidos por una ciudad tan monumental como Córdoba, el de Al-Gafequi ha sufrido los estragos del paso del tiempo, y su estatua, levantada frente a la facultad de Filosofía y Letras, estaba hace dos semanas agrietada, oxidada, y prácticamente ignorada por los visitantes.
A su rescate ha acudido Ana Infante, que en dos semanas ha dirigido su restauración, en la que, por primera vez en la provincia se ha utilizado la tecnología láser, un innovador método que ha tenido como precedente el trabajo realizado en el célebre conjunto monumental situado en el “Patio de los Leones” de la Alhambra.
Infante ha explicado a Efe que se ha hecho una limpieza general de la escultura, se ha consolidado la piedra, que al ser caliza está expuesta a la disgregación del material, se han rellenado las grietas que presentaba en la nariz y el pómulo, y se le ha aplicado un proceso de reintegración cromática, así como la aplicación de un biocida para matar los microorganismos presentes.
Todo un lavado de cara que, en apenas unos días, ya permite que la escultura de Al-Gafequi luzca en plenitud y suscite de nuevo la curiosidad de los turistas, que llegan a preguntar por la figura de este célebre médico, uno más de los prestigiosos científicos que dio la Córdoba árabe.
La propia “madrina” señala que Córdoba tiene un patrimonio que es la base fundamental de la economía, por lo que la sociedad se tiene que implicar más en su cuidado, una idea con la que coincide el gerente de Sadeco, Antonio Prieto, que explica que la iniciativa pone de manifiesto que “colaborando instituciones públicas y privadas pueden alcanzar objetivos que, sólo con la acción de las instituciones, no serían posibles”.
La idea principal surgió de Tierra Creativa, cuyo director, Juan Ramos Pemán, indica que se le ocurrió paseando por el casco histórico y contemplando el estado de algunas obras que, por temas del clima o por la manipulación humana, no estaban en las mejores condiciones.
Ante el éxito de este primer “padrinazgo”, ha adelantado que el siguiente monumento en ser apadrinado será la famosa estatua del médico y filósofo Averroes, situada en la calle Cairuán y realizada por Pablo Yusti Conejo en 1967.
A ésta le seguirán “alguno de los grandes símbolos de la ciudad”, porque, tal y como afirma Ramos Penán, este “Apadrina un monumento” es un modo de fomentar la identificación con el entorno.
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