Tokio muestra el realismo de España y Japón marcado por Antonio López

Una exposición reúne desde hoy en Tokio las obras de los pintores Lorenzo Fernández y Tsuyoshi Isoe, dos de los máximos representantes del realismo contemporáneo de España y de Japón y que tienen como referente común a Antonio López.

La muestra, que podrá verse hasta el próximo día 18 en la Embajada de España en Japón, reúne 20 obras de cada artista y está organizada por esta institución con la colaboración de las galerías niponas Saihodo y Temanaga.

Aunque pertenecen a generaciones distintas, las obras de Isoe y de Fernández están marcadas por la influencia del maestro manchego del realismo Antonio López, ha explicado a Efe el responsable de la segunda galería, Kiyotsugu Tamenaga.

Ambos “buscan el espíritu del realismo verdadero en España, en el mismo lugar (Madrid)” y desarrollan una pintura que trata “de ir más allá del color y de los propios objetos”, señala Tamenaga.

Isoe nació en Osaka en 1954 y con sólo 19 años se marchó a España, donde desarrolló su estilo pictórico dentro de la escuela realista madrileña liderada por López, quien llegó a alabar sus obras, y protagonizó varias exposiciones individuales.

El pintor nipón, también muy influenciado por clásicos españoles como Goya o Velázquez, adoptó el nombre artístico de “Gustavo Isoe”, y obtuvo un gran reconocimiento en España y en Europa sobre todo por sus bodegones y por sus desnudos femeninos en blanco y negro.

Isoe regresó a Japón a 1996, pero su trayectoria se vio truncada por una enfermedad que le causó la muerte a los 53 años, cuando empezaba a ser valorado como una de las figuras más prominentes del realismo en su país.

Fernández, por su parte, nació en Madrid en 1970, comenzó a estudiar la técnica del barroco a los 14 años y posteriormente fue discípulo del artista conceptual español Pedro Galván.

En 2006 celebró su primera exposición individual en París, y desde entonces ha participado en varias ferias de arte internacionales.

Su estilo hiperrealista aúna “tradición y vanguardia” y también se ha visto influenciado por la cultura nipona, según afirma el propio artista en el catálogo de la muestra.

Tamenaga ha apuntado que Isoe y Fernández se diferencian en que el artista nipón practicaba una pintura “más tradicional”, mientras que el español “refleja una crítica a la sociedad actual bajo un estilo aparentemente tradicional”.

Fernández realiza sus lienzos a partir de fotos, pero “juega con los objetos de un modo que no se podría realizar a partir de fotos”, ha detallado Tamanaga.