El desahucio de una familia con tres hijas en Elche por una deuda de 18.000 euros acaba con fuertes cargas policiales
No ha podido ser. Al cuarto intento, la comitiva judicial ha logrado desahuciar a Rabia, Said y su tres hijas de 11, 8 y 3 años, hasta este martes vecinos del barrio obrero de Carrús, en Elche. Miembros de la Plataforma por la Hipoteca (PAH) de Elche y Crevillente se habían atrincherado en el portal del edificio, pero el uso de la fuerza por parte del grupo de antidisturbios de la policía nacional ha acabado haciendo mella entre momentos de tensión y ha dejado al menos un herido que ha tenido que ser trasladado al hospital en ambulancia, así como varios contusionados.
Según ha explicado la portavoz de la PAH, Gloria Marín, detrás de este nuevo desahucio se encuentra Vuelta Direct Holding SRL, un fondo buitre con sede en Luxemburgo, gestionado por Finsolutia. Al final no han prosperado los últimos intentos de negociación y esta familia ya ha abandonado la vivienda con una deuda de únicamente 18.000 euros. Miembros de la PAH que conocen a estos vecinos creen que no van a poderle hacer frente y “puede llevarles a la exclusión social incluso aunque Said siga trabajando”. “Es una piedra al cuello que cuando el fondo quiera los puede ahogar porque con sus ingresos pueden comer, pagar alquiler (y luz, y zapatos...) y pagar la deuda”, han afirmado.
El 3 de abril tuvo lugar el anterior intento de desahucio, aplazado in extremis. Said contrató un préstamo hipotecario con Citifin (del grupo Citibank) para comprar un piso para vivir, “nada de lujos, de los más baratos que había”, asumen desde la PAH. Tenía trabajo estable en una empresa, pero algunos meses no había faena y no trabajaba. Una de esas veces no pudo seguir pagando la hipoteca y se inició la ejecución cuando Citifin vendió la deuda al fondo buitre Vuelta Direct Holding.
Hace un año, la PAH ya consiguió un aplazamiento en el juzgado, pero aseguran sin que Finsolutia accediera a aportar una solución habitacional. En enero hubo la segunda tentativa y finalmente este martes, esta familia se ha visto obligada a abandonar la que ha sido su vivienda durante años. No saben qué van a hacer y es previsible que el Ayuntamiento de Elche les busque alternativas para que no acaben durmiendo en la calle.