Los centros de internamiento para extranjeros (CIE) son lugares aún muy desconocidos para buena parte de la sociedad española. En ellos se encarcela a personas extranjeras sin delito alguno, por el simple hecho de no tener papeles. Pueden permanecer encerradas hasta sesenta días, privadas de sus derechos y libertad de movimientos. No tienen derecho ni a sus nombres. Desde que entran hasta que salen se las llama tan solo con un número: 2001, 3450, 5.670...
Diversas ONG denuncian desde hace años falta de atención médica adecuada en los CIE, malos tratos, hacinamiento, incomunicación e indefensión ilegal de las personas encerradas.
Los CIE son justificados por las autoridades como el paso previo para proceder a la expulsión del país de personas en situación administrativa irregular. En 2011, 13.241 personas fueron encerradas en un CIE en España. De estas, 6.825 fueron expulsadas de nuestro país. Es decir, más de la mitad permanecieron en el Estado español tras su paso por un CIE.
Han llegado al buzón de la Defensora de la Comunidad varias cartas agradeciendo que se dé visibilidad a esta realidad social a través del reportaje de Lydia Molina: “¿Para qué sirven los CIE?”, publicado en eldiario.es el 1 de octubre.
“Ver en portada de un diario un reportaje de denuncia contra los CIE es algo reconfortante. Los CIE son cárceles para inmigrantes sin papeles, encerrados sin haber cometido delito alguno. Me parece fundamental la publicación de artículos como este, que deja claro que, al asociar inmigración con delincuencia, se criminaliza a los inmigrantes”, nos dice un lector, David Jiménez.
Las felicitaciones por el reportaje sobre los CIE son numerosas, pero también nos han llegado críticas, referidas fundamentalmente al titular que aparecía en la portada de eldiario.es, elegido por el equipo de edición:
“España encierra a más de 13.000 inmigrantes pero no deporta ni a la mitad”. Al pinchar en el titular, aparecía la noticia ya con su título original: “¿Para qué sirven los CIE?”.
“Tanto el titular de portada como la entradilla rechinan si se les da la interpretación más severa. Durante unos segundos parece que quisiera decir que se debería haber deportado a todos. Evidentemente entiendo que esa no era la intención, pero teniendo en cuenta que estáis tratando un tema tan delicado, y que tantas veces se estigmatiza a los inmigrantes, considero necesario el cuidado del lenguaje. Gracias”, escribe Laura P. a la Defensora de la Comunidad.
He preguntado a Juan Luis Sánchez, subdirector de eldiario.es, por las razones que llevaron al equipo de edición a elegir el titular “España encierra a más de 13.000 inmigrantes pero no deporta a la mitad”:
“Titular un reportaje o noticia es siempre una tarea complicada con un resultado imperfecto, por eso para completar su sentido, el titular se acompaña de subtítulos y entradilla, además del resto del texto. En este caso, basta con mirar los subtítulos o la entradilla para entender que la intención de eldiario.es es denunciar el sufrimiento inútil de 13.000 personas”, afirma.
Y añade:
“Los CIE son, oficialmente, centros de internamiento donde se encierra a inmigrantes sin documentación a la espera de que se les pueda deportar. Nos puede gustar o repugnar que eso sea así, pero oficialmente son eso. Y las ONG que aparecen en el texto dicen que el paso por esos CIE es ”traumático“ e injusto. Por eso el planteamiento es ¿para qué sirven los CIE si hacen sufrir a 13.000 personas y ni siquiera logran el objetivo por el que oficialmente están abiertos? ¿Qué sentido tiene, incluso desde una lógica restrictiva con respecto a la inmigración? Nos parecían interesantes esas preguntas, menos frecuentes en los enfoques sobre inmigración”.
Me consta el especial interés del equipo de redacción de eldiario.es en dar visibilidad a las personas migrantes, a la situación de vulnerabilidad que sufren, a los derechos que se les roba. La labor de periodistas como Lydia Molina en este campo es fundamental.
Es cierto que en este asunto nunca está de más agudizar los sentidos para cuidar al máximo el lenguaje, evitar la difusión de estereotipos, de mensajes discriminatorios que incorporen prejuicios genéricos y de términos como ‘ilegal’.
Varias organizaciones no gubernamentales, así como agrupaciones periodísticas, han elaborado guías de recomendación para informar sobre la migración.
El Consejo Audiovisual de Catalunya, por ejemplo, califica de imprescindibles los testimonios de las personas inmigradas como fuente informativa e indica que “conviene cuidar, de forma muy especial, la terminología empleada en los titulares y en los fragmentos de reclamo de las noticias, ya que a menudo la brevedad puede implicar falta de precisión o el fomento de estereotipos”.
Los periodistas tenemos la responsabilidad social de promover el respeto de los derechos humanos, la convivencia, la pluralidad y el civismo. En este sentido es importante evitar la vinculación automática entre las personas migradas y la marginalidad, la ilegalidad, la delincuencia, el desorden o las deportaciones.
Por ello habría sido más adecuado un titular que no diera lugar a ninguna duda a la hora de interpretarlo. “España encierra a más de 13.000 inmigrantes pero no deporta ni a la mitad” se basa en la definición oficial de la utilidad de los CIE.
Es comprensible que algunas personas hayan interpretado que a partir del titular se estaba aceptando como válido el argumento oficial que justifica el encierro de personas extranjeras, su posterior deportación y, por tanto, una política de restricción basada en la elevación de muros y fronteras que garantiza o anula determinados derechos en función del origen de las personas.
La mesa de edición de eldiario.es insiste en que la intención no era esa.
Dice el periodista italiano Gabrielle de Grande, especializado en migración, que solo hay dos maneras de viajar en el mundo: o hacia los otros o contra ellos. El periodismo es precisamente un oficio que consiste en viajar hacia las personas, para entenderlas, para explicarlas, para narrarlas, y, en caso necesario, para defenderlas.
Como afirmaba Ryszard Kapuscinski, no se puede ser buen periodista sin empatía: “La fuente principal del conocimiento periodístico son los otros”.
Presentar a las personas inmigrantes solo como seres destinados a la deportación es optar por una visión sesgada de su realidad, y entraña la aceptación de los discursos más restrictivos con respecto a ‘los otros’.
La intención de la mesa de edición de eldiario.es no fue legitimar esos discursos. En el cuerpo de la noticia se incluyen numerosos testimonios de profesionales que denuncian la situación en los CIE, la falta de derechos de las personas encerradas en ellos, así como la voluntad de criminalizar a los inmigrantes al internarlos en estos centros.
La noticia fue la más destacada en la portada de eldiario.es durante buena parte del día 1 de octubre: No es habitual que un medio de comunicación apueste por dar tanta atención a temas relacionados con la migración, y menos aún, a los centros de internamiento para extranjeros.
Como Defensora de la Comunidad agradezco a las organizaciones no gubernamentales especializadas en migración que nos han escrito para proponer, corregir o complementar informaciones y les invito a que sigan haciéndolo, para ayudar a eldiario.es en su intención de denunciar una realidad demasiado oculta, la que afecta a las personas más vulnerables: los inmigrantes en situación irregular.