Alemania y los países del Grupo Visegrado anuncian un plan para que Marruecos frene la inmigración, como pide España

Alemania y los cuatro países del Grupo de Visegrado (V4) planean un proyecto de desarrollo en Marruecos con el objetivo de frenar la migración del Norte de África a Europa, según han anunciado este jueves en Bratislava la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro eslovaco, Peter Pellegrini.

Desde el pasado verano, el Gobierno español está actuando como “el abogado de las peticiones marroquíes”, en palabras del Ministro del Interior, para impulsar el desembolso de millones de euros desde la Unión Europea a Marruecos a cambio de que el país norteafricano aumente el control de la inmigración hacia España. A finales de enero, la secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, viajó a Bruselas para agilizar partidas por valor de 140 millones con esta finalidad.

Entre las demandas se encontraba el apoyo a Marruecos en el desarrollo de políticas sociales, como la educación. Las reclamaciones del Ejecutivo socialista parecen haber convencido a Alemania y los cuatro países del V4 (R.Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia).

“Debemos actuar sobre las causas de la migración o destierro, y por eso en el futuro nos dedicaremos a este proyecto con Marruecos”, dijo Merkel en rueda de prensa tras finalizar una cumbre de jefes de Gobierno de Alemania y los países V4.

“Queremos enviar el mensaje de que colaboramos cuando se trata de combatir las raíces de la migración”, resaltó Merkel tras reconocer que la Unión Europea (UE) ya tiene “actividades” en el país africano.

“Marruecos es un país de donde llegaron muchos refugiados y por eso queremos incidir aquí de una forma muy concreta”, insistió. Ni Merkel ni Pellegrini dieron detalles sobre el proyecto.

El jefe del Gobierno eslovaco se limitó a indicar que se prevé crear un fondo de dinero y una estructura administrativa, y que esperan estar en condiciones de concretarlo en un futuro cercano.

Merkel consideró que el acuerdo alcanzado es un “ejemplo” de que los V4 y Alemania “quieren estrechar su cooperación también en este campo”, en una alusión a las posturas hasta ahora distantes entre Berlín y las otras cuatro capitales.

Los Estados de Visegrado son reacios a conceder asilo a refugiados o a aceptar inmigrantes, sobre todo si vienen de Oriente Medio o África, y especialmente los Gobiernos de Polonia y Hungría han criticado duramente a Merkel por su política de 2015, cuando Alemania abrió las puertas a centenares de miles de refugiados que llegaron a través de la ruta de los Balcanes.

Los V4 se han mantenido inflexibles en su negativa a aceptar las cuotas obligatorias de reubicación solicitantes de asilo entre todos los socios de la Unión Europea (UE), propuesta por la Comisión Europea en 2015, y abogan por reforzar el control de las fronteras externas del bloque comunitario para frenar la inmigración

“Necesitamos una migración legal y también la defensa de las fronteras, para lo cual es necesario mantener buenas relaciones con los vecinos, y uno de ellos es Marruecos”, declaró Merkel.