La Academia de Ciencias Sociales de Shanghái prevé que España crecerá 0,7 por ciento en 2015

La Academia de Ciencias Sociales de Shanghái (SASS), uno de los principales centros de estudio de China, prevé en un informe reciente sobre la economía mundial en 2015 que España crecerá un 0,7 por ciento el próximo año.

El “Informe analítico de la situación de la economía mundial en 2015” también pronostica para la zona euro un crecimiento del 1,22 por ciento durante el próximo año, que en parte se verá beneficiado por los crecientes intercambios con China, explicó a Efe Quan Heng, subdirector del Instituto de Economía Mundial de la SASS.

“La recuperación y el crecimiento económico de los países europeos dependerá también de la economía china, ya que los lazos son cada vez más fuertes, y ahora el Gobierno central chino está prestando cada vez más atención a la situación de la economía europea y su colaboración con ella en el futuro”, indicó Quan.

Este análisis sirve también para España, aseguró el economista, para quien se trata de “un país muy importante dentro de la zona euro” cuyos intercambios con Pekín suponen “una oportunidad para la expansión de la economía china y una mayor cooperación en el futuro”.

“China tiene en marcha hoy una nueva política de apertura y de salida al extranjero, de hacer más inversiones en el mundo, particularmente en países europeos como España, y eso es bueno para el desarrollo en Europa (tras la crisis) y para el crecimiento de la economía española durante el año que viene”, valoró el académico.

En 2016, según las estimaciones de la SASS, la economía española podría llegar a registrar un crecimiento anual de otro 1,28 por ciento, en el marco de una lenta recuperación de la economía mundial, de la que espera que pueda crecer un 3,34 por ciento en 2015 y un 3,68 por ciento en 2016.

Las proyecciones de la SASS incluyen también la expansión del PIB de potencias económicas mundiales como EEUU (que crecería un 3,51 por ciento en 2015 y un 3,74 por ciento en 2016), el Reino Unido (3,12 y 3,72 por ciento) y Japón (1,04 y 1,45), así como numerosas economías emergentes, incluidas varias de Latinoamérica.

Entre ellas están Brasil (1,48 por ciento en 2015 y 2,59 en 2016), Argentina (-1,11 y 1,08) y México (3,35 y 3,65), y países como Rusia (0,78 y 1,47), Corea del Sur (3,9 y 3,86), India (5,79 y 5,82), Sudáfrica (3,22 y 3,41) y la propia China (6,64 y 6,78, por lo que 2015 sería su peor año en décadas, para remontar en 2016).

Para Quan, aunque la tendencia mundial es hacia la recuperación, tras el impacto de la crisis de 2008, en la zona euro su rapidez y su eficacia dependerán de la capacidad de la UE de “aplicar una política unificada”, y de su conciencia de que debe afrontar enormes desafíos a largo plazo, como el envejecimiento de su población

Otro de los estudiosos de la SASS, Xu Mingqi, antiguo superintendente de su Instituto de Economía Mundial responsable del informe, destacó a Efe que Europa afronta además desafíos clave para la economía mundial, al igual que muchos países.

Entre ellos está “la creciente brecha económica entre ricos y pobres, que provoca que el consumo de las familias corrientes no esté aumentando mucho y no tenga demasiado impacto en el crecimiento del PIB, lo que es un problema serio en todos los países”, afirmó Xu.

“Los ricos tienen tanto dinero que no contribuyen al consumo, sobre todo lo que hacen es invertir, mientras las familias no tienen suficientes ingresos como para levantar el consumo”, señaló Xu, por lo que, incidió, “es necesario rediseñar y mejorar las políticas sociales y económicas que puedan promover el consumo”.