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El Banco de España pide no subir según el IPC las pensiones y los salarios ante la espiral inflacionista

El Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en una fotografía de archivo.

Economía

25 de octubre de 2021 11:14 h

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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido evitar medidas, como vincular de forma automática determinadas partidas de gasto a la evolución del IPC, y que pueden terminar “alimentando adicionalmente el actual proceso inflacionista” en un entorno en el que organismo supervisor hará “una revisión significativa a la baja” de sus previsiones de crecimiento económico de España para este año.

No ha sido la única patada en la espinilla de la política económica del Ejecutivo de Pedro Sánchez. El gobernador del Banco de España ha reclamado este lunes en el Congreso mantener “mecanismos de descuelgue” y la prevalencia del convenio de empresa frente al sectorial en la normativa laboral, dos de los aspectos que los sindicatos han pedido que sean eliminados de la reforma laboral que aprobó el Gobierno de Mariano Rajoy en un momento de fuerte tensión entre los socios de Gobierno ante quién lidera el nuevo marco normativo de relación entre trabajadores y empresarios.

Hernández de Cos ha valorado “positivamente” la reforma laboral que el PP aprobó en 2012 por su capacidad para crear empleo, pero ha señalado que no resolvió los problemas de dualidad de contratos, con una temporal que nueve años después “sigue siendo muy elevada”.

Durante su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Congreso sobre el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022, ha explicado que el Banco de España no publicará nuevas proyecciones macroeconómicas hasta el mes de diciembre, pero ha avanzado que habrá una revisión a la baja.

Aunque para el gobernador este repunte de la inflación obedece fundamentalmente a factores de naturaleza transitoria, tampoco se puede “excluir” que el aumento de precios persista en los próximos meses especialmente vinculado a los costes energéticos. En este punto, ha estimado que un incremento permanente de un 10 % en el precio de la electricidad pagado por los consumidores restaría entre 2 y 3 décimas del PIB al cabo de tres años.

Y, en este contexto, ha apuntado que “cuanto mayor sea esa duración, mayor será la probabilidad de que el aumento de la inflación gane persistencia, tanto porque los aumentos de costes se filtren con mayor intensidad a los precios finales como porque el alza de estos dé lugar a mayores demandas salariales”.

Pero, ha añadido, Hernández de Cos no es un escenario “inevitable” y ahí ha introducido sus recomendaciones. Para empezar, ha añadido, “debe evitarse un impulso fiscal generalizado” que “podría traducirse en un aumento de los cuellos de botella ya existentes, en los sectores más tensionados, que se terminara filtrando a los precios”.

También resulta importante evitar, ha señalado, el uso “generalizado de cláusulas de indexación automáticas en las partidas de gasto que pudieran alimentar adicionalmente el actual proceso inflacionista”.

Y ha concluido pidiendo a empresas y trabajadores un “reparto equitativo” de la merma de rentas de la economía nacional frente al resto del mundo que implican los aumentos de costes recientes. En caso contrario, ha subrayado, “podría alentarse una realimentación de precios y costes con efectos adversos para la competitividad, la actividad económica y el bienestar de los ciudadanos”.

Revisión a la baja de las previsiones

Las previsiones actuales del Banco de España proyectan un crecimiento del PIB del 6,3% en 2021, que se reduciría ligeramente hasta el 5,9% en 2022. Pero, ha recordado Hernández de Cos, tras estas proyecciones el INE revisó de manera significativa a la baja sus estimaciones previas de crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2021 del 2,8 % al 1,1 % antes mencionado.

“Una rebaja de una magnitud tan elevada comporta, de forma mecánica (...) una reducción sustancial de la tasa media de crecimiento del PIB para 2021 y, en menor medida, también de la de 2022”, ha añadido.

Hernández de Cos ha señalado los riesgos que afronta la economía española y ha subrayado especialmente al la evolución de los desajustes entre la oferta y demanda de bienes y el grado de persistencia de las presiones inflacionistas.

“Previsión prudente” de la recaudación tributaria

Sobre los Presupuestos, Hernández de Cos ha señalado que la previsión de ingresos por cotizaciones sociales del proyecto presupuestario de 2022 es “ligeramente optimista” de acuerdo con los modelos de la institución. Sin embargo, este optimismo se ve parcialmente compensado con una “previsión prudente” de la recaudación tributaria.

El gobernador también ha señalado que la evolución del entorno macroeconómico “se encuentra sujeta a riesgos a la baja”, lo que podría erosionar los ingresos tributarios.

Asimismo, ha apuntado que el avance de liquidación de 2021 apunta a que se recaudarán 3.100 millones de euros menos de lo presupuestado, debido a que la desviación en los ingresos por impuestos (6.700 millones menos) no ha podido compensarse con el buen comportamiento de las cotizaciones (3.600 millones más).

La desviación en los ingresos tributarios se debe, principalmente, a la menor capacidad recaudatoria de los impuestos introducidos este año -impuesto digital, de transacciones financieras, limitación de exenciones de dividendos y subida del IVA a las bebidas azucaradas-, así como a la no entrada en vigor de los impuestos sobre plásticos no reutilizables y residuos en vertederos.

“Estos resultados evidencian la necesidad de estimar los efectos de las medidas discrecionales de ingresos con prudencia”, ha apuntado el gobernador, sobre todo cuando “no existe evidencia” del comportamiento de nuevas figuras.

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