La CEOE quiere que las mutuas controlen las altas de enfermedades comunes reservadas a la sanidad pública
Los empresarios vuelven a intentar aumentar el control de las mutuas sobre las bajas médicas de los trabajadores. La CEOE propone que estas asociaciones de empresarios colaboradoras de la Seguridad Social puedan dar altas cuando el trabajador se encuentre en situación de incapacidad temporal por una enfermedad o accidente no relacionado con su actividad profesional. Al menos, para los casos relacionados con “Traumatología y Psiquiatría menor”, explican desde la patronal. Por ahora, las altas en las llamadas enfermedades comunes están solo en manos de los médicos del Sistema Público de Salud, que consideran que la medida no se justifica con estudios o datos que sustenten “que damos peor las bajas”, asegura Francisco José Sáez Martínez, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
La patronal planteó su propuesta “el pasado miércoles” en una reunión con sindicatos y el Gobierno, afirma Jordi García Viña, director de Relaciones Laborales de la CEOE. Según CCOO, la iniciativa no se planteó por escrito ni como una “propuesta formal”. La oferta de los empresarios no es nueva: llevan años planteándola y los sindicatos la rechazan porque consideran que es una intromisión en la salud de los trabajadores y que puede vulnerar “los derechos del paciente”, explica Pedro J. Linares, secretario de Salud Laboral de CCOO. Para UGT “es una línea roja que no vamos a traspasar”, sostiene contundente Ana García de la Torre, secretaria de Salud Laboral de la organización.
Las mutuas tienen la competencia de dar bajas y altas en los casos de enfermedades profesionales y accidentes laborales, pero no en los de enfermedades comunes, que son las más numerosas entre las bajas que afectan a los trabajadores. En 2017, la incidencia media mensual de las bajas por enfermedades comunes (sin contar las de trabajadores autónomos) en el sistema fue de 22,77 por cada mil trabajadores protegidos, mientras que en los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales fue de 3,48 por cada mil trabajadores, según los datos estadísticos de la Seguridad Social.
Las “disfunciones del sistema público”
La CEOE insiste en que los empresarios están “muy preocupados” ante el aumento de las bajas de trabajadores. Jordi García Viña explica que “los datos nos dicen que hay un ciclo que relaciona la situación económica con la incapacidad temporal de las bajas: a más actividad, hay más bajas”. Sin embargo, la patronal indica que este incremento solo es “lógico” cuando afecta a las enfermedades laborales, muy vinculadas con la actividad económica, pero en su opinión no tanto respecto a las enfermedades comunes. “Lo que decimos es que, cuidado, porque ahí hay un elemento de distorsión”, apunta García Viña. Según los datos oficiales, la incidencia de las incapacidades por enfermedades comunes se han incrementado algunos puntos: en 2013, era de 18,19 por cada mil trabajadores y en 2017, de 22,77.
Los sindicatos advierten de que las cifras de incapacidad temporal en España son “razonables entre los países de nuestro entorno, datos normales”, apunta Pedro J. Linares. Comisiones Obreras, al igual que UGT, creen que los empresarios exageran el absentismo laboral, “cuando no es un problema real”. “Sin embargo, la siniestralidad laboral está aumentando y de eso no hablan”, critica Ana García de la Torre.
La CEOE sostiene que “en algunas provincias y actividades se ve que las bajas registradas elevan los datos medios de estudios científicos para diferentes patologías”, explica García Viña, por lo que los empresarios recomiendan analizar por qué ocurre esto y abordar las “disfunciones” en el Sistema Público de Salud, para lo que las mutuas pueden ayudar con los recursos que tienen.
Los profesionales sanitarios critican las acusaciones contra el funcionamiento del sistema público sin datos ni estudios. “Es una intención parcial, que no se sustenta, nada ha probado que los médicos del sistema público demos peor las bajas”, defiende el doctor Francisco José Sáez Martínez, que critica la idea difundida desde la patronal de “una especie de contubernio, que se asume que los médicos damos las bajas a nuestros pacientes porque somos amigos... Eso no está sustentado en nada”.
Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el facultativo destaca que “una de las cosas que caracterizan la incapacidad temporal en España es la independencia del sistema sanitario público de la presión de las empresas, lo que garantiza a los trabajadores que el tratamiento de las enfermedades comunes está libres de una interpretación económica”. Los sindicatos subrayan que las mutuas son asociaciones de empresarios y creen que el interés de la CEOE “no es terapéutico”, critica el portavoz de CCOO.
Control de la Traumatología y Psiquiatría menor
La patronal es consciente de que la medida genera “muchas reticencias por parte de los sindicatos” y, por el momento, proponen que las mutuas puedan dar el alta en las enfermedades comunes relacionadas con Traumatología y Psiquiatría menor. “Podemos hacer una actuación de prueba con estos dos sectores en los cuales las mutuas son muy expertas”, sugiere García Viña. Según un estudio de la mutua FREMAP sobre bajas de trabajadores por cuenta ajena en 2016, las enfermedades con “mayor relevancia” eran los trastornos musculoesqueléticos, que ocasionan el 34,87% de los días de baja, seguidas de las patologías traumáticas (12,67%) y las mentales (12,03%).
En relación a la Psiquiatría menor, la CEOE considera que “hay un elemento oscuro” respecto a las “bajas sociales”. “La utilización de la incapacidad temporal con otra finalidad que no es estrictamente la de curar una enfermedad”, afirma el responsable de Relaciones Laborales. En su opinión, hay “problemas y cargas familiares” y “situaciones psicosociales de estrés” que están dando lugar a bajas “porque no se pueden resolver de otra manera y se va al médico”, pero que no deberían ser incapacidades temporales.
El doctor Francisco José Sáez Martínez destaca que “cuando un médico de familia da una baja por depresión, tiene un diagnóstico” y llama la atención sobre las críticas al sistema público en este ámbito: “Decir sin evidencias algo así... Creo que todo coincide en que tenemos una de las mejores sistemas de sanidad pública”. Además, subraya que “la mayoría de las mutuas no tienen servicio de psiquiatría”, por lo que no tienen recursos para abordar estos tratamientos que, apunta, tiene una duración media de baja más elevada que otras patologías. “La depresión, por ejemplo, tiene una duración media de entre 3 a 6 meses”.
Aunque los sindicatos y la SEMG reconocen la amplia experiencia y los recursos de las mutuas en tratamientos traumatológicos –debido a su competencia en los accidentes laborales que tratan–, creen que eso no es excusa para que sean los que tomen la decisión de dar el alta a un empleado en una enfermedad no relacionada con su actividad profesional. “Se está proponiendo fórmulas para presionar: quieren anteponer los derechos económicos a los de salud de los trabajadores”, alerta Pedro J. Linares.