El Gobierno aprobará el nombramiento del nuevo presidente de Renfe el próximo 14 de enero

Madrid, 8 ene (EFE).- El Consejo de Ministros aprobará el próximo 14 de enero el nombramiento del nuevo presidente de Renfe, el mismo día que Raül Blanco abandonará el cargo que ocupa desde hace menos de dos años, período en el que ha tenido que afrontar múltiples incidencias en los servicios, que han afectado la puntualidad y reputación de la compañía.

La salida de Blanco, que se hizo pública ayer, se produce “por motivos personales” y “de mutuo acuerdo” con el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, de quien depende la empresa ferroviaria, “para centrarse en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado”, según fuentes de la compañía.

Blanco, que fue nombrado en febrero de 2023 en sustitución de Isaías Taboas, que dejó su cargo por los errores en la licitación de los nuevos trenes de ancho métrico para Cantabria y Asturias, ha reorganizado la compañía durante su mandato para facilitar el cumplimiento de los objetivos del plan estratégico 2028.

Servicios públicos

Entre ellos destaca el de impulsar los servicios públicos de Cercanías, Rodalies y Media Distancia, que contarán con hasta 406 nuevos trenes antes de 2028, esfuerzo inversor que debe servir a Renfe de cara a la futura liberalización de estos servicios, que se va a producir antes de 2033.

En este apartado, el nuevo presidente de Renfe, puesto al que se perfila como posible candidato el actual secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández, afrontará entre otros retos las negociaciones para el traspaso de Rodalies (cercanías catalanas) a la Generalitat de Catalunya.

Éste se concretará a través de una empresa mixta -cuyo consejo de administración estará compuesto a partes iguales por representantes de la Administración General del Estado y de la Generalitat- que deberá asumir los recursos materiales y humanos de Renfe en Cataluña.

Liberalización

Otro de los objetivos del plan es liderar el mercado de los servicios de alta velocidad ya liberalizados en España (los que unen Madrid con Barcelona, Comunidad Valenciana y Sevilla/Málaga), donde Renfe compite con Ouigo e Iryo; así como de los que lo harán en la segunda fase del proceso, que abarca tres nuevos corredores.

Adif ya la ha iniciado con la publicación de la información preliminar sobre la oferta de capacidad marco para estos tres nuevos corredores, que son los que unirán Madrid con Galicia, Madrid con Asturias/Cantabria y Madrid con Cádiz/Huelva, sumando 72 nuevos servicios diarios.

En el primer trimestre de este año, Adif publicará el calendario del proceso y las reglas para su desarrollo conforme a criterios “objetivos, transparentes y no dicriminatorios”, que, además, maximicen el uso de la red ferroviaria.

El proceso estará supervisado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y está previsto que concluya a finales de 2026.

Expansión internacional

Otro de los retos es incrementar la presencia de Renfe en otros mercados en todo el mundo, aprovechando procesos de liberalización ferroviaria tanto en líneas de larga distancia como en servicios públicos de cercanías.

Durante la etapa de Blanco, se creó en 2023 Renfe Proyectos Internacionales para posicionar al grupo como operador de referencia en otros mercados y consolidar el negocio internacional para que llegue a representar el 10 % de sus ingresos totales.

La sociedad, que ya cuenta con sucursales en varios países, cerró a finales de noviembre pasado una alianza estratégica para estrenarse en el mercado italiano, adquiriendo una participación del 33 % en el capital de Longitude Holding, empresa privada transalpina que opera con el nombre comercial Arenaways.

Un anuncio más reciente en el ámbito internacional ha sido la obtención por parte de Renfe del certificado de seguridad de la Agencia Ferroviaria de la Unión Europea (EUAR) que le permite extender sus operaciones entre Barcelona y Toulouse (Francia), una nueva ruta que pondrá en marcha en abril de 2025.

No obstante, el objetivo “imprescindible” de la compañía es la conexión con París, tal y como volvió a señalar Blanco el pasado 23 de diciembre en Barcelona, asegurando que Renfe sigue trabajando con las autoridades galas para hacerla posible, pero depende también de que su proveedor de trenes Talgo realice la homologación de la serie 106 (Avril) en Francia, una cuestión que va con retraso.

Incidencias

Precisamente dichos trenes de Talgo, que se han incorporado en 2024 (con dos años de retraso) a la flota de Renfe han protagonizado múltiples incidencias, la última de ellas a principios de este año nuevo, cuando todos se quedaron bloqueados por un fallo informático.

Además, los problemas que se han producido en los servicios de Renfe durante el mandato de Blanco, de los que ha tenido que dar explicaciones en varias ocasiones en el Congreso y en el Senado el ministro de Transportes y Mobilidad Sostenible, Óscar Puente, no solo han afectado al ámbito de alta velocidad y larga distancia, sino también a la red de cercanías.

En la senda para obtener resultados positivos

En cuanto a la situación financiera, las cuentas de Renfe se han estabilizado, reduciéndose las pérdidas en un 83 %, hasta 20 millones de euros en 2024 desde los 123,4 millones registrado un año antes, mientras que el ebitda creció un 28 %, hasta 450 millones.

Renfe concluye, así, la etapa de Blanco “en la senda para tener resultados positivos a partir de 2025 y preparada para ser una de las grandes empresas españolas globales en el ámbito de la movilidad durante los próximos años”, de acuerdo con fuentes de la compañía.