Los hermanos Pérez-Maura se desvinculan de sus empresas tras su imputación en el caso Villarejo
Los hermanos Ángel y Álvaro Pérez-Maura García han dimitido de varios cargos en ocho de sus sociedades navieras y logísticas tras su detención e imputación por un delito de cohecho junto a otros empresarios en un operativo de la Policía instada por la Fiscalía Anticorrupción en el marco del caso Tándem, que investiga las actividades ilícitas del comisario jubilado José Manuel Villarejo. El expolicía, ahora en prisión preventiva, habría cobrado supuestamente 7,4 millones de euros en el proyecto Pit para frenar la extradición a Guatemala de Ángel Pérez-Maura. Junto a los dos hermanos también fueron detenidos los empresarios Francisco Javier Soucherion Marcet, Enrique Mestre Cavanna y Adrián de la Joya.
Guatemala había pedido en 2016 la extradición de Ángel Pérez-Maura por el supuesto pago de una comisión de 30 millones de dólares entre los años 2012 y 2015 al presidente Otto Pérez Molina y otros miembros del Gobierno para que la mercantil Grup Maritim Terminal de Contenedores de Barcelona S.L, a través de su filial en Guatemala Terminal de Contenedores Quetzal S.A, obtuviera de forma ilícita la adjudicación para la construcción y explotación de una terminal privada de contenedores en Puerto Quetzal. Tras varios archivos de la causa por falta de información, finalmente la extradición fue denegada pero se permitió que fuera juzgado en España. Antes de que saltara el escándalo los Pérez Maura y un grupo de socios minoritarios cerraron la venta de Grup Marítim TCB a la holandesa APM Terminals por unos 991 millones de euros, una operación que podía descabalgar si había cargas judiciales.
Tanto Ángel como su hermano Álvaro salieron en libertad ras el pago de las fianzas de 750.000 y 500.000 euros que le impuso el juez, respectivamente. El abogado Rafael Redondo, socio de José Villarejo, declaró el pasado martes ante el juez Manuel García Castellón que la empresa del excomisario, Cenyt, suscribió un contrato con Ángel Pérez-Maura por el que percibieron 7,4 millones de euros de asesoría jurídica ante su situación procesal en España y Guatemala.
Ante la complicada posición, los hermanos han puesto en marcha un proceso por el que van dejando sus puestos en las sociedades que llevan años gestionando. El pasado 20 de junio se hacía público que Ángel y Álvaro Perez-Maura cesaban como apoderados de la firma A. Pérez y Compañía SL, matriz de la que cuelgan 28 compañías participadas, en su mayoría empresas navieras y logísticas.
A diferencia de muchas de las sociedades de los Pérez-Maura, que tienen su sede social en la calle Fortuny de Madrid, A. Pérez y Compañía SL está ubicada en el Paseo Pereda de Santander. Esta matriz facturó 34,5 millones de euros en 2017 y un beneficio de 3,8 millones, según el informe de cuentas recogido en la plataforma Insight View.
El movimiento en la matriz tiene mayor impacto ya que se nombra como presidente y consejero delegado a Javier Ferrer Muñoz-Seca —un profesional con experiencia en el sector que entró en la compañía en 2012 como director general—, y se abandona un modelo de gestión en el que el puesto de la presidencia y del consejero delegado lo ocupaban de manera indirecta los hermanos Pérez-Maura a través de Inversiones Los Arpeos SL, sociedad patrimonial que administra la familia con un patrimonio neto de 82,87 millones y un beneficio de 11,8 millones en 2017.
“Salvaguardar a las empresas”
Fuentes cercanas a la familia aseguran a eldiario.es que es un movimiento dentro de la normalidad para “salvaguardar a las empresas cuando hay una persona cuestionada, es mejor que se alejen de la primera línea de las compañías para su mejor funcionamiento. Por otro lado, también hay que tener en cuenta la sucesión generacional y la necesidad de profesionalización de la gestión que se tiene que dar en las empresas familiares, es algo común”.
El pasado 28 de junio se publicaba que Álvaro Pérez-Maura dejaba de ser apoderado de Dispatching SA, una empresa especializada en servicios logísticos, que en 2017 consiguió unos beneficios de 38.245 euros. Solo tres días después, el 1 de julio, Ángel Pérez-Maura dimitía como representante de Cádiz Cruise Terminal, sociedad que explota la terminal de cruceros del puerto de Cádiz en concesión administrativa durante 10 años desde 2013, que obtuvo 129.048 euros de beneficio en 2017. El mismo día, también dejaba el mismo cargo en 4Tune Shipping SL, una consignataria marítima con sede en Madrid y Valencia, que en 2017 perdió 22.267 euros.
Poco más de una semana después volvían las dimisiones entre los Pérez-Maura. El 9 de julio, los hermanos dejaban sus puestos como administradores solidarios de la correduría de seguros Gesamar, que alcanzó un beneficio 120.996 euros en 2017.
Ese mismo día de julio, Álvaro deja su cargo como consejero y Ángel Pérez-Maura abandona como presidente y consejero de Manipulaciones Portuarias Grupajes y Tránsitos SA, compañía logística bajo el nombre de MPG Logistic con delegaciones en República dominicana, Cuba, Colombia y oficinas en España en Bilbao, Barcelona, Pamplona, Madrid, Tenerife y Las Palmas. En 2017 facturó 25,2 millones de euros pero solo obtuvo un beneficio de 19.074 euros, un 98% menos que en el ejercicio anterior, por el pago por trabajos realizados por otras compañías, el aumento de gastos financieros y de personal y por diferencia de cambio.
También el 9 de julio, Ángel Pérez-Maura dimite como representante de Insignia Shipping SA, compañía especializada en el transporte marítimo de carga, con sedes en Madrid y en la ciudad de Rijswijk (Holanda). Insignia aumentó su facturación un 4,2% hasta los 172.401 euros en 2017, aunque cerró el año con pérdidas de 28.920 euros.
Finalmente y probablemente no será la última, Ángel Pérez-Maura dimitió como administrador solidario de Estanislao Durán Shipping P&I Services SL el pasado 11 de julio. Esta firma de servicios portuarios en el puerto de Vigo que en 2017 consiguió 36.928 euros de ganancias.
Casi todos los puestos vacantes que han dejado los hermanos Pérez-Maura han sido ocupados por el nuevo presidente y consejero delegado del Grupo Pérez y Cía, Javier Ferrer Muñoz-Seca.
No es la primera vez que esta familia ha estado en el centro de la polémica, Borja Pérez-Maura, tío de Ángel y Álvaro, se benefició de la amnistía fiscal para regularizar más de ocho millones de euros que guardaba en cuentas suizas a través de una fundación opaca según se publicó en los papeles de la Castellana.