El nuevo líder de UGT: “Que la mayoría de izquierda dé una respuesta a los problemas de la ciudadanía”
“Vamos a transformar este sindicato”. Este sábado por la mañana ha sido la primera vez que Josep Maria Álvarez ha tomado la palabra como secretario general de UGT. Y lo ha hecho con un discurso en el que ha apostado por abrir el sindicato a la sociedad, aumentar la participación de los afiliados y mejorar los mecanismos de transparencia. En definitiva, por un sindicato de servicio a las personas: “Los trabajadores y trabajadoras se tienen que identificar con nuestras reinvidicaciones, no solo tenemos que hablar del estado del bienestar, hay que hablar de las becas, de las listas de espera, de lo que está pasando con los servicios sociales. Tenemos que poner cara a los problemas de los trabajadores”.
Pepe Álvarez ha hecho un claro llamamiento a los partidos de izquierda: “Yo le diría a la mayoría de izquierdas que hay en el parlamento que dé una respuesta a los problemas que tenemos los ciudadanos y las ciudadanas, que se dejen de tonterías”. El líder de UGT ha pedido a esa mayoría que derogue inmediatamente la reforma laboral y ha reconocido que, de no hacerlo, el poder negociador de los sindicatos seguirá tocado. “No hay equilibrio de poder”, ha destacado.
Al dirigirse al estrado, el auditorio entero se ponía en pie para recibirle. El sindicato disipaba así el ambiente tenso que se vivió durante la jornada del viernes. Álvarez ha agradecido el trabajo de la ejecutiva anterior y ha tenido palabras para el liderazgo de Cándido Méndez al frente de UGT. También se ha dirigido cordialmente a las otras dos candidaturas, la de Gustavo Santana, que finalmente no obtuvo los avales necesarios para seguir adelante, y a la de la Miguel Ángel Cilleros.
Las primeras palabras de Álvarez han sido para dejar claro que el sindicato que él dirigirá mantendrá la unidad de acción con CCOO. “La unidad de acción es un patrimonio que no es nuestro solo, es un patrimonio de la clase obrera de este país, no entenderíamos la ación sindical si no es a partir del trabajo en común”, ha dicho.
Álvarez ha adelantado que el sindicato se abrirá a nuevas formas de participación y ha mencionado, por ejemplo, la posibilidad de celebrar primarias para elegir a los altos cargos, una idea que lanzó Gustavo Santana, el candidato que finalmente no obtuvo los apoyos necesarios para presentarse a la elección. Se ha comprometido también a someter a referéndum entre los delegados todas las decisiones confederales que sean de importancia.
“Tenemos que explicar qué negociamos”
En su discurso, el nuevo líder de UGT ha insistido en acercar el sindicato a la ciudadanía y en fomentar los debates en los centros de trabajo. “Tenemos la obligación de explicar qué negociamos, por qué lo negociamos y en qué condiciones”, ha afirmado rotundo. Álvarez quiere que la central llegue a las pequeñas y medianas empresas. ¿Cómo? Utilizando su poder en los grandes centros de trabajo para proteger también a los trabajadores de las empresas auxiliares que dependen de ellos. “Estoy harto de encontrarme a trabajadores que dicen que protegemos a los de las grandes empresas pero a ellos no les hacemos caso”, ha reconocido.
Álvarez también ha hecho autocrítica cuando se ha referido a la forma en que el sindicato ha encarado los últimos años, en clara alusión a los casos de corrupción: “Tenemos que decir con humildad que no estábamos preparados como sindicato con situaciones como las que nos hemos encontrado”. Por eso, ha dicho, la organización va a ser más transparente, y dará a conocer “todo aquello que hace y en qué gastamos nuestros recursos”.
El ajustado resultado de la votación para elegir secretario general -Álvarez ha ganado por tan solo 17 votos- hace pensar en una UGT fracturada. Sin embargo, las dos partes han hecho gestos en las últimas horas para mostrar unidad. Será el tiempo el que muestre si la central ha quedado dividida o ha sabido digerir los resultados.
Una nutrida representación sindical nacional e internacional ha asistido a la clausura del Congreso. Entre ellos, el histórico Nicolás Redondo, al que Álvarez ha dedicado unas palabras de agradecimiento. A pesar de que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, había confirmado su presencia, a última hora canceló su asistencia. Según explicaron desde el PSOE, un imprevisto personal se lo ha impedido. Sin embargo, su ausencia ha sido muy comentada: a nadie se le escapa que la postura del nuevo secretario general de UGT favorable a un referéndum en Cataluña puede resultar muy incómoda para Sánchez.