Los Sáenz de Samaniego y su fresca maceración carbónica

Dominio vitivinícola familiar que se ubica en el término municipal de Samaniego, en la zona alavesa de la denominación de origen, con Iñigo Sáenz de Samaniego en su condición de enólogo y padre espiritual de esta referencia. Las labores de campo son compartidas por él con su hermano Ernesto. En el corazón de este vino joven que se articula mediante un proceso de maceración carbónica se encuentran las plantaciones más jóvenes de la bodega situadas en los municipios de Laguardia, Samaniego y Elciego, a una altitud de seiscientos metros de altitud sobre el nivel del mar.

Asiento en suelos de composición arcillo calcárea con presencia de cantos rodados en superficie, acreditando en el subsuelo varias capas de roca blanca. Influencia climatológica mediterránea con influencias atlánticas. Vendimia manual de fruta de las variedades tempranillo, graciano, mazuelo y viura, y transporte a bodega donde la uva entera comienza su vinificación que se prolonga con la fermentación alcohólica, todo ello en depósitos de acero inoxidable, realizando remontados y controlando la temperatura.

Permanece en depósito y como fase previa al embotellado se procede con un ligero filtrado. Tras el descorche y primer servicio en copa, amanece con un cromatismo picota de notable intensidad y brillo, tonalidades violáceas juveniles y de buena capacidad estética, dejando en la proximidad aromática nostalgias de fruta roja en sazón, algunos guiños de flores rojas y violetas, con eje balsámico que memora regaliz. Boca que deja destellos de frescura en la entrada y en el avance, con buen lineal de acidez y una golosa nota que le da empaque y solidez. Buena seña de persistencia, suaves notas crepitantes que desvelan su juventud. La retronasal habla de cerezas, frambuesas y ciruelas rojas, amplitud en sensaciones florales con un fondo balsámico estilizado y bien integrado en el conjunto.

Llegada y alcance, con la frescura jovial llenando los sentidos.