ELA afila su caja de resistencia
El sindicato nacionalista ELA prepara su caja de resistencia para permitir que los trabajadores puedan resistir durante las huelgas y la conflictividad social que se barrunta cuando decaigan los convenios colectivos a partir de la próxima semana. Esta caja de resistencia es una seña de identidad de ELA con relación al resto del sindicatos y le permite, según la propia central, “montar una ”lucha más eficaz“ cuando la vía del conflicto resulta necesaria para responder a la precariedad laboral.
La caja de resistencia es posible gracias a las cuotas que pagan cada mes los más de 100.000 afliados con que cuente el sindicato. El 25% de esa cuota va a nutrir la caja o “el fondo de solidaridad”, como le gusta a ELA denominarlo. El caso es que ese fondo permite a la central que dirige Adolfo 'Txiki' Muñoz fidelizar a sus afiliados y conseguir más a medida que se recrudecen los conflictos. Con el dinero procedente de esa caja, los trabajadores en huelga pueden seguir haciendo frente a los pagos que mensualmente tienen contraidos.
Existen tres tipos de caja para los afiliados con jornada completa, seis meses de antigüedad en la afiliación y con las cuotas al corriente de pago: la ordinaria, que supone 819,23 euros al mes; la caja reforzada, 942,11; y la caja extraordinaria, 1.638,45 euros. La caja se cobra desde el primer día de huelga, siempre y cuando se realicen al menos tres días de huelga.
Carácter estratégico
Los trabajadores que lleven menos de seis meses afiliados en el momento de iniciarse la huelga cobrarán el 60%. Y aquellos trabajadores que se afilien después de haber comenzado la huelga tendrán derecho al 40%. Para que se aplique la caja reforzada debe darse la condición de que antes del comienzo de la huelga el porcentaje de afiliación en la empresa supere el 35% del total de la plantilla. La caja extraordinaria sólo es de aplicación cuando el sindicato entienda que la huelga tiene un carácter estratégico. Es decir, en función de que los contenidos reivindicados sean muy importantes con fuertes subidas, reducciones de jornada y del seguimiento más o menos masivo de la misma.
El principal gasto que ha tenido que soportar la caja de resistencia de ELA fue el conflicto de la multinacional alemana Pferd Ruggeberg, más conocida como Caballito. Hasta ahora, es la huelga más larga que se ha vivido en Euskadi. La caja de resistencia sostuvo las economías de casi cien familias durante los dos años y siete días que duró.