Euskadi advierte de un incremento inminente de la presión asistencial tras una jornada que roza el récord de contagios y con la UCI al 38%
Evolución “ascendente” de los contagios de coronavirus, presión asistencial “en aumento” -y con riesgo inminente de que vaya a más- y algunos momentos de exceso de mortalidad. Ése es el triple diagnóstico que han dibujado en el Parlamento Vasco la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, y su 'número dos', el doctor Iñaki Berraondo, que han estrenado este miércoles un formato semanal de explicaciones sobre la evolución de la pandemia. En la primera ola, también en miércoles, los responsables de Salud se reunían telemáticamente todas las semanas para contestar a las preguntas de la oposición y actualizar los datos.
Berraondo ha indicado que “algún dato” muestra tímidamente que “la pendiente de la tendencia [ascendente] ha cambiado en los últimos días”. En resumen, que se aprecia una cierta desaceleración, aunque siempre en un marco de máxima alerta por alta transmisión y después de haber ascendido en la curva de contagios a cotas insospechadas. El R0 -casos derivados de cada positivo- marca 1,10 y sigue siendo malo, pero la pasada semana llegó a 1,27. Y la pandemia crece a un ritmo semanal del 28% cuando hace siete días marcaba un 49% ese mismo indicador. No obstante, el volumen de casos acumulado en pocos días -la tasa a 14 días es de 743,46 por cada 100.000 habitantes- es alto y a ellos se suman 1.425 más en las últimas 24 horas, prácticamente un récord absoluto en toda la pandemia. Igualmente, el porcentaje de infectados entre el total de pruebas realizadas siga por encima del 9% no invita a lanzar las campanas al vuelo.
“La COVID-19 sigue dibujando un escenario preocupante en Euskadi. Los contagios continúan aumentando”, ha explicado la consejera Sagardui, que ha añadido que, por mucho que se frenen los positivos, el pico de presión asistencial llega con días de decalaje, cuando empeoran esas nuevas infecciones. Hay una tercera réplica del pico en forma de incremento de la mortalidad un tiempo después, cuando algunas de esas hospitalizaciones no superan la enfermedad.
Si el 27 de octubre eran 75 los enfermos críticos en la UCI, el último dato eleva la cifra a 107. Euskadi se halla en un escenario dos de cinco en cuanto a ocupación de UCI, lo que supone el mantenimiento de 280 camas. Su ocupación es del 38%, pero es un dato que da la falsa sensación de que hay mucho margen ya que no incluye los espacios ocupados por pacientes críticos con otras patologías. Por encima del 35% ya se considera como preocupante. Además, la situación es desigual entre hospitales, ya que el Donostia tiene menos espacio que los centros de Bizkaia y Álava. “Está recibiendo un mayor número de casos en la UCI y los comarcales también reciben personas positivas. Eso genera tensión. ¿Ha habido derivaciones? Tenemos una red que actúa conjuntamente y no es excepcional. Otro hospital como el HUA [Txagorritxu y Santiago, en Vitoria] refuerza determinadas zonas de Gipuzkoa. Y ésa es la circunstancia en la que estamos en estos momentos”, ha explicado Sagardui.
La media de ingresos a 14 días es, en todo caso, dos tercios menor que en marzo a abril (62,14 a 2 de noviembre por 202,71 de la primera ola). Sagardui y Berraondo han reconocido la “presión” asistencial pero han negado que haya “colapso”. De hecho, el escenario 5 prevé incluso “más de 600 camas” con sus respiradores y personal adscrito. Euskadi bordea el paso al escenario 3 pero la consejera ha avisado que ello podría afectar a otras funciones de la Sanidad pública, que se tendrían que suspender. “Tengan en cuenta que el hecho de pasar de escenario podría suponer tomar decisiones respecto a la actividad”, ha señalado Sagardui.
No hay “colapso” en los hospitales y tampoco “retraso” en las labores de rastreo, a pesar de las quejas de las personas que esperan las llamadas de Osakidetza por haber dado positivo o ser contactos estrechos. Sagardui ha dicho que la atención va “al día” y ha indicado que se sigue reforzando el equipo. Si se hablaba de 400 rastreadores hace pocos días y luego de 600, la consejera ahora ha dado la cifra de 700. Berraondo sí que ha concedido que, a la hora de realizar pruebas, podrían producirse algunos problemas por falta de materiales, pero se ha felicitado por que ahora se complementan las PCR con los nuevos test rápidos de antígenos. “No tenemos todos los reactivos que nos gustaría tener. De hecho, hay cierto control. A pesar de eso hacemos muchísimos test”, ha explicado el viceconsejero.
Por territorios, han aparecido 630 nuevos casos en Gipuzkoa, cuya tasa de incidencia ya es de 1.007 casos en 14 días por cada 100.000 habitantes, es decir, justo el doble del umbral de 500 que ya se considera crítico. “Lleva 16 días en nivel rojo. En estos momentos están también en nivel rojo todos los municipios guipuzcoanos con más de 5.000 habitantes, salvo Mutriku”, ha explicado Sagardui. Bizkaia también está en rojo desde hace días, con una tasa de 632,63 y 623 casos adicionales en el último recuento. “La transmisión también es muy alta. Está en nivel rojo desde el pasado 29 de octubre y en la actualidad 23 municipios superan la tasa de 500”, ha apuntado la consejera. Álava y su capital, Vitoria, están a punto de ver cómo se enciende su semáforo rojo de alerta. 163 casos -134 en Vitoria- llevan la tasa a 493 en el caso de la provincia y a 497 en la capital.
El Gobierno vasco, después del consejo interterritorial de Salud que se celebra este miércoles, reunirá este jueves a la mesa de crisis de la emergencia sanitaria (llamada LABI por sus siglas en euskara) y valorará el escenario epidemiológico, la eficacia de las medidas que se implementaron en el marcado del estado de alarma, la pasada semana, y la posibilidad de adoptar nuevas decisiones. Sagardui no se ha mojado sobre qué es lo que puede ocurrir: “Lo sabremos mañana. Veremos qué es lo que acontece”. “No es sólo una cuestión de establecer más medidas de restricción de la movilidad y los contactos. La clave está en que debemos cumplirlas. [...] Debemos extremar el cumplimiento de las medidas existentes y actuar con responsabilidad [...] evitando los desplazamientos que no sean urgentes y limitar los encuentros con aquellas personas que no forman parte de nuestra unidad convivencial. Y, por supuesto, evitar cualquier aglomeración, aunque sea en espacios al aire libre”, ha argumentado.
2.212 muertos durante la pandemia, 59 la última semana
Por otro lado, este miércoles se ha conocido que el Servicio Vasco de Salud tiene ya registradas 2.212 muertes con coronavirus desde el inicio de la pandemia, 59 de ellas entre el 26 de octubre y el 1 de noviembre. No obstante, considera que 13 de ellas no fueron a causa directa de la COVID-19. En la segunda ola, han fallecido 87 personas en agosto, 275 en septiembre y 228 en octubre. 155 de los fallecimientos -hasta el martes- procedían de residencias de mayores. Con todo, Osakidetza no informa de estos datos más que una vez por semana. Las muertes representan un 2,84% del total de casos conocidos, 77.843 hasta el 1 de noviembre (7.857 diagnosticados tarde con pruebas serológicas).
En el Parlamento, Berraondo ha reconocido que han existido durante la pandemia varios momentos de “exceso de mortalidad” según los datos del índice MoMo. El más fuerte -ha explicado- se dio entre marzo y mayo. Después, ha habido dos más, uno en una franja de septiembre y otro a finales de octubre, aunque más cortos y más suaves, según ha indicado. El mayor número de decesos se ha dado en Bilbao (483, letalidad del 3,3%), en Vitoria (397, 3,6% de los casos), Donostia (131, 2,2%) y Barakaldo (119, 3,3%).
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