Euskadi se da “quince días” para “consolidar” la tendencia descendente de la pandemia y ampliar horarios, aforos y actividades
La oposición en pleno ha planteado este miércoles en la comisión de Salud del Parlamento Vasco, con mayor o menor intensidad, que con el avance de la vacunación y la caída de la incidencia desde el pico de finales de julio es momento de relajar restricciones. Enfrente, Jonan Fernández, el asesor del lehendakari y coordinador de la comisión técnica que apoya a la mesa de crisis de la emergencia sanitaria (el órgano conocido como Labi), ha dado un margen de “quince días” para que se “consolide” el descenso de la transmisión antes de pensar en ampliar horarios, aforos y actividades y ahora prohibidas. “Lo prudente es esperar”, ha pedido. El actual decreto entró en vigor hace solamente siete días y, como ejemplo, hace que en los estadios vascos el público máximo sea del 30% y no del 60% como en el resto de España.
“Nos podemos encontrar con cualquier sorpresa a partir de ahora. ¿Por qué no decimos las medidas [que adoptaremos] en quince días? Tenemos dudas de la evolución. Queremos comprobar que la consolidación de la situación actual permite dar una serie de pasos. Entretanto, mucha cautela y mucha prudencia”, ha enfatizado Fernández en respuesta a las peticiones de EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU, PP+Cs y Vox. Ha remarcado que los próximos días serán “cruciales” y particularmente ha pedido margen para analizar el efecto del inicio del curso escolar.
De hecho, les ha recordado la 'sorpresa' del verano, al que se llegó con el 50% de la población diana vacunada y una tasa de incidencia menor que nunca en la segunda emergencia sanitaria, por debajo de 100 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y no ha descartado que no pueda volver a ocurrir. “Trabajamos con escenarios y con el factor de imprevisibilidad. A mediados de junio estábamos con 100 de incidencia acumulada. El Ministerio de Sanidad nos decía que la variante delta era el 1% de los casos. En aquel momento la hipótesis era que, con un 50% de vacunación, íbamos a ser capaces de responder a lo que viniera. No contemplábamos una ola como la que hemos vivido. No la contemplaba nadie en Europa”, ha insistido Fernández llamando a la cautela.
No obstante, en su intervención inicial Fernández ha destacado el avance tras el pico del verano. La tasa de incidencia actual es de 223, lejos de los 873 del 30 de julio. En la UCI hay 60 pacientes en estado crítico este miércoles cuando el máximo llegó a 82. Y la vacunación llega al 83% de cobertura entre los vacunables, mayores de 12 años sin contraindicaciones. “Con dificultades y obstáculos hemos conseguido revertir esta tendencia”, ha afirmado. Como “objetivo intermedio e inmediato” ha planteado que la tasa caiga ya de 150. Eso sí, el reto es que llegue al umbral que se considera como epidemiológicamente asumible, 60. “El reto específico del Labi durante las próximas semanas y meses es valorar en qué momento esta enfermedad deja de suponer una afección crítica para el funcionamiento de la sociedad. Este análisis puede suponer un punto de inflexión en la gestión de la pandemia”, ha apuntado.
Desde la oposición, EH Bildu ha pedido cambiar de 'chip' y romper con las “inercias” de marzo de 2020. También la coalición ha orillado su exigencia de una estrategia de “cero COVID” al estilo de los países de Asia u Oceanía y reclama, con las vacunas ya generalizadas, “dejar las restricciones y las prohibiciones y pasar a la prevención”. “Prohibiciones, prohibiciones y medidas restrictivas. No medidas preventivas. El Labi va a lo fácil. Ha orillado lo complejo”, ha planteado Rebeka Ubera, que entiende que “no se puede mantener a la sociedad a largo plazo con las medidas actuales” y que toca “aprender a convivir con el virus” y no a “erradicarlo”. Jon Hernández (Elkarrekin Podemos-IU) ha insistido en que las medidas han de ir más allá del control de “botellones” y ha pedido una evaluación concreta de qué funciona y qué no, así como una valoración de su impacto “socioeconómico” en sectores afectados. Ha alertado, asimismo, de la afección de la atención a la COVID-19 en otros aspectos de la Sanidad vasca, tales como la atención primaria, las residencias o la salud mental. “En otras comunidades se ha tomado la decisión de ir a una apertura con prudencia pero con horarios más flexibles. Creemos que tendrían que flexibilizarse las condiciones en la hostelería, con prudencia, obviamente”, ha propuesto Laura Garrido, de PP+Cs.
0