6.000 zapatos contra los recortes culturales
La artista Irantzu Lekue ha reunido 6.000 zapatos con los que ha formado con la ayuda de decenas de voluntarios un instalación reivindicativa contra los recortes y en defensa de la diversidad y la cultura. Tras la exposición de la obra en la calle donará los zapatos a una organización benéfica. Desde los botines hasta las botas, las chancletas a las albarcas; los zapatos de niños de verano o invierno, todo el calzado cedido por miles de ciudadanos desde hace un mes en que se abrió el plazo de recogida, se donará tras la exposición de la obra en la calle, en pleno centro de la ciudad, La Virgen Blanca, a una organización benéfica. “El objetivo era reciclar en clave solidaria para para usarlos en una instalación artística y donarlos, después, a una entidad benéfica. Para que lleguen a quien los necesite”. Cáritas y el Sahara serán así sus principales benefactores. La artista ha titulado la obra “El príncipe y el pueblo”, en un guiño al texto del político italiano Nicolás Maquiavelo.
“Los zapatos son una símbolo de la persona que los usó, los desgastó, que libró con ellos una y mil batallas. Cuando se rompe la cohesión social cuando se fractura el valor más sagrado de la sociedad en aras de mayores cotas de poder, miles de zapatos pueden caer abandonados y acabar en las trincheras, fosas y ríos como ocurrió con los judíos en el Danubio, Por eso, invirtiendo el sentido miles de zapatos defienden la convivencia en Vitoria”, ha explicado la artista tras inaugurar la instalación. Ha contado con el respaldo del colectivo Gora Gasteiz y de los grupos municipales del PNV, EH Bildu y el PSE.
Han alineado y enfilado los 6000 zapatos desde la plaza de la Virgen Blanca en dirección al Ayuntamiento de Vitoria y allí, al final del recorrido han dibujado un muro en contra de los recortes que se aplican desde esta institución. “Hemos dibujado entre todos y todas la apuesta por una Vitoria integradora, abierta, amable y solidaria”.
La artista impulsora de la instalación también ha hecho hincapié en las dificultades que atraviesa el sector cultural. La situación es insostenible. Los recortes en cultura y la subida del IVA han hecho extremadamente difícil desarrollar nuestra creatividad. Las políticas culturales, desde las de Wert hasta la Diputación y el Ayuntamiento, son más que pobres, un páramo, un desierto“, han denunciado.
