Del éxito a la autodestrucción de Nena Daconte: “Los músicos deberíamos dejar la vida de sexo, drogas y rock and roll”
Una voz dulce tararea un estribillo conocido ante un micrófono y frente a unas sillas vacías. A su lado, un compañero a la guitarra le acompaña y, junto a un técnico, deciden cómo colocar las luces y los sonidos del pequeño escenario instalado al fondo de una librería bilbaína, minutos antes del estreno. “Necesito que subas mi voz”, le dice el guitarra, que también hace los coros, al técnico de sonido con una seguridad que solo da el estar encima de un escenario. “La mía también, por favor”, dice la voz dulce, esta vez con una firmeza aprendida. Una vez ajustado el sonido, ella canta con fuerza unas letras desconocidas hasta ahora y que dicen “he dejado que otros canten mi canción”. Tras esa voz, Mai Meneses, más conocida como Nena Daconte, sabe que eso no volverá a suceder.
“He saboreado el éxito, pero también el fracaso. He tenido subidones eufóricos seguidos de periodos depresivos. He abusado del alcohol y de las drogas. He amado y odiado la música. La ansiedad y la paranoia han habitado mucho tiempo en mi cabeza. Puedo cambiar mi nombre, pero hay cosas de las que nunca podré huir”, confiesa la cantante en un libro en el que desnuda su vida al completo, desde que llegó a la fama y sus canciones sonaban continuamente en la radio, hasta que acabó en una consulta psiquiátrica y diagnosticada con depresión psicótica. Su libro, al igual que su mayor éxito musical, se titula 'Tenía tanto que darte' y, con la gira del mismo, ha recalado esta semana semana en Bilbao, junto a su compañero a la guitarra, Chema Moreno.
Nena Daconte se consideró a sí misma “la perdedora más famosa de España” cuando en 2002 fue la primera expulsada de la segunda edición de la Academia de Operación Triunfo. La edición anterior del programa reunía a millones de espectadores frente al televisor cada semana, la segunda, algo menos vista, también supuso un antes y un después en el mundo de los 'talent shows' españoles. Pese al fracaso de Mai Meneses en el concurso, poco después logró formar un dueto con Kim Fanlo y dar a luz a Nena Daconte. Desde entonces, los éxitos no pararon de sumarse y durante años el grupo estuvo en lo más alto de las listas de reproducciones. “Nos fichó Universal y llegó el éxito arrollador. 'En qué estrella estará' sonaba grande y con derecho propio. Premios, giras, todas las puertas abiertas...Pero en aquella época fumaba porros y empecé a abusar del alcohol. Comenzó una etapa de autodestrucción que terminó en mi primer brote psicótico”, detalla la artista.
Un año después de aquel éxito, escribió 'Tenía tanto que darte', que superó el primero. “Fue algo imparable, demoledor, pero continuaron las paranoias, la ansiedad y el miedo. Difícil combinación. Todo era malo en mi cabeza. El triunfo me sentaba fatal, la culpa me comía por dentro y destruía cualquier cosa que viniera de mí”, sostiene la cantante, que confiesa que tras las giras su salud mental empeoró y desde entonces tuvo distintos diagnósticos psiquiátricos, entre ellos depresión psicótica, trastorno bipolar de la personalidad y ansiedad.
¿Cómo se siente ahora al cantar?
Bien. Me siento feliz, tranquila y con ganas de compartir. La gira del libro está siendo muy intensa, pero también muy especial porque he escrito el libro con todo mi amor, con mi verdad en la mano y la gente lo está recibiendo muy bien. Está gustando mucho y se agradece.
¿Qué supuso para usted su corta etapa en Operación Triunfo?
Los programas de 'talent show' son importantes porque son una puerta para poder entrar en la industria de la música, pero luego tienen la parte negativa, que es que te van a juzgar, que son programas de televisión, que es algo distinto a solo dedicarte a la música y hay que estar preparada psicológicamente para que te digan que no vales, que te digan a la cara que lo que tú haces no es válido. Todo eso, si no estás preparada, te puede suponer un trauma grande.
En el libro cuenta que en la industria solo había sitio para siete 'triunfitos'. ¿Qué ocurrió?
Eso fue lo que me dijeron, que habían hecho un pacto en la industria, las radios y los propios artistas consagrados y que solo iban a dejar que siete 'triunfitos' sonaran en la radio. Cuando me lo contaron pensé que eso no iba a durar toda la vida, que había que tener paciencia y que algún día las cosas cambiarían y así ha sido.
¿Hay prejuicios con los 'triunfitos'?
Ahora ya no tanto, pero en nuestra época había mucho y se miraba a los cantantes salidos de Operación Triunfo por encima del hombro. Parecía que no teníamos suficiente cultura musical.
Luego llegó Nena Daconte y, con ello, la fama. ¿Qué recuerda de aquella época?
Recuerdo cosas muy bonitas a la vez que cosas bastante oscuras. En la época de mayor éxito de mi vida a nivel profesional yo me dediqué a autodestruirme, estaba viviendo un momento muy inseguro, tenía la autoestima por los suelos, todo lo que me decía a mí misma era malo, tenía el síndrome de la impostora, y lo pasé mal hasta que me di cuenta de que estaba teniendo un problema y, entonces, pedí ayuda.
Las discográficas son como las fábricas de coches, si un modelo no funciona dejan de fabricarlo
¿Cuándo fue el momento en el que se dio cuenta de que tenía un problema?
En el año 2009. Llevaba ya dos años, casi tres, metida en el pozo. Un día mis padres me vieron, les estuve explicando y decidieron ayudarme a ir al psiquiatra. Me diagnosticaron depresión psicótica, me empezaron a dar medicación, y hasta hoy.
¿El hecho de que les fichara una discográfica grande como Universal influyó en su autodestrucción?
En la industria musical, las multinacionales van buscando números, mientras les das buenos resultados todo va bien, pero en el momento en el que los números no funcionan, te echan. Las discográficas son como las fábricas de coches, si un modelo no funciona dejan de fabricarlo.
¿Cómo describiría su relación con el que fuera su pareja y compañero en el grupo, Kim Fanlo?
Al principio fue una relación de amor, después de amistad y, después de nada. Se diluyó completamente.
El año pasado publicó una serie de dibujos en sus redes sociales en los que mostraba su relación conflictiva con Kim Fanlo y con la industria. ¿Qué quería expresar con ellos?
La verdad es que fue un impulso que surgió porque sentía que dentro de mi corazón había rabia hacia determinados episodios de mi pasado. Al describirlos en forma de dibujo me parecía que le quitaba hierro al asunto y que lo hacía con humor.
¿El libro también está escrito desde esa rabia?
No. Está escrito desde el amor, desde intentar contar mi verdad y no tiene la intención de hacer daño a nadie ni está escrito con rencor.
¿Cómo fue para usted asimilar que padecía una enfermedad mental?
Me ha costado bastante asimilarlo. Es una cosa que ya me va a acompañar toda la vida y sé que tendré que estar medicada el resto de mi vida, probablemente. Al principio es duro, pero después comprendes que es como si tuvieras diabetes, pero en la mente. Es algo que no es culpa mía, es una química que se ha desorganizado en mi cerebro, pero podía haber tenido un cáncer o un problema en el hígado y es lo mismo. Lo que pasa es que los problemas de salud mental están muy estigmatizados porque nos dan miedo.
¿Ha sentido esa estigmatización desde que ha confesado abiertamente lo que le pasa?
Ahora no, por suerte los medios de comunicación están muy por la labor de ayudar a que se desestigmatice, pero yo llevo toda mi vida callada y sin poder contarlo.
Los músicos deberíamos tomarnos la vida como la de un deportista que tiene un trabajo intenso y tiene que dormir bien, comer bien y cuidarse
En el libro dice que de todas las relaciones tóxicas que ha tenido, la peor ha sido con la música. ¿Por qué?
Con esa frase no me refiero a la música como arte, sino con todo lo que la rodea: el éxito, el fracaso, la buena o mala suerte que he tenido, la industria musical, la presión. Todo eso que rodea a la música es lo que a mí me ha llevado en muchos momentos a odiarla y a apartarla de mi vida.
¿Cómo ha sido el proceso de pasar de escribir canciones a escribir un libro?
Quería hacer una terapia contando lo que me pasaba, pero con un lenguaje no tan metafórico, sino más real y directo, y escribí el libro en un mes. Lo dejé en un cajón unos seis meses y me leí el libro de Ángel Martín, el de 'Por si las voces vuelven'. Después de leerlo me entraron ganas de compartir mi historia para que le sirviera a más gente, porque a mí el libro de Ángel me ayudó muchísimo.
¿Qué es lo más difícil de hacer públicas cuestiones tan privadas como las que se tratan en el libro?
Se está hablando de las adicciones desde un punto negativo, en algunos medios de comunicación están entresacando cosas del libro que si te lo lees te das cuenta que está explicado en un contexto y es más bonito. Esa parte está siendo dura.
Acaba de cantar una nueva canción que dice “he dejado que otros canten mi canción”. ¿Qué quiere decir?
“Mi canción” es lo más íntimo que yo tengo y he dejado que otras personas me digan cómo tengo que cantar.
¿Ha acabado ya de dejar que eso pase?
Sí.
¿Considera que es posible llegar a lo más alto sin caer luego en picado?
Sí. Se pueden mantener carreras sin caer, lo que pasa es que para eso hace falta tener mucha cabeza y no autodestruirse. Tener buena gente a tu alrededor que te ayude y te apoye y una mentalidad de deportista de élite. No hay que tomarse este trabajo desde el punto de sexo, drogas y rock and roll, los músicos deberíamos dejar esa vida y tomárnosla como la de un deportista que tiene un trabajo intenso y tiene que dormir bien, comer bien, cuidarse y que todo el mundo a su alrededor entienda que está haciendo un gran esfuerzo.
Las adicciones desde siempre han estado ligadas al mundo de la música
Sí, además es verdad que las personas que tienen una bipolaridad son muy creativas y acaban en la música, y es cierto que tienen una predisposición especial a caer en todo tipo de adicciones. Y es algo que está al alcance de la mano, es muy fácil caer en ellas.
Sabiendo todo lo que sabe ahora, ¿qué le diría a esa Mai que acaba de entrar a Operación Triunfo?
Le diría que no se tomara las cosas tan en serio y que el futuro le deparará cosas maravillosas.
¿Y a esos fans que van a descubrir con este libro la realidad que ha vivido durante tantos años?
Creo que les va a gustar leerlo y ver mi historia porque en el libro voy contando cómo fui componiendo determinadas canciones y las intento explicar. Creo que esa parte les va a gustar mucho y que con el resto me van a conocer un poquito más.
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