Investigan un posible delito ecológico en Urdaibai por “secar” un río para abastecer de agua a la zona y matar la fauna y flora
El juzgado de Gernika-Lumo ha abierto una investigación penal por un posible delito ecológico contra el antiguo Consorcio de Aguas de Busturialdea a instancias de la Fiscalía de Bizkaia. El caso, que se encuentra en fase de instrucción, trata de determinar si dicho Consorcio -que ahora está ya integrado en el Consorcio de Aguas de Bilbao- dejó 'seco' el río Mape, es decir por debajo del caudal ecológico que marca la ley, en el verano de 2020 para abastecer de agua la zona. La denuncia partió de la organización ecologista Eguski, y la Fiscalía ha decidido incoar un procedimiento judicial por considerar que se puso en riesgo la fauna y flora de la zona.
Según la denuncia realizada por Eguzki, durante el verano de 2020 el río Mape fue “completamente secado”, “no respetándose por el Consorcio de Aguas de Busturialdea, organismo que gestiona la captación y suministro de agua a la comarca, el caudal ecológico legalmente obligado, provocando el secado del río con la muerte de toda la fauna existente”. El caudal ecológico es el que mantiene como mínimo la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera y que se fija en los planes hidrológicos de la cuenca. La organización ecologista denuncia además que “este delito ecológico” no es algo excepcional, sino que “lleva padeciéndose desde hace años sin que los organismos competentes (el propio consorcio, URA, Ayuntamientos, ...) adopten medidas definitivas que permitan solventar el problema”.
La denuncia se presentó ante la ante la Guardia Civil, que cuenta con la Unidad Central Operativa Medioambiental (UCOMA), que dio traslado de la denuncia a la Fiscalía de Bizkaia y que, tras llevar a cabo las pertinentes diligencias de investigación, ha incoado el procedimiento judicial que está en estos momentos en fase de instrucción. No es la primera vez que se derivan casos de este tipo en Euskadi a este cuerpo a pesar de que la Policía principal es la Ertzaintza.
El río Mape, según recuerda Eguzki, forma parte del LIC –Lugar de Importancia Comunitaria– de la Red Fluvial de Urdaibai, uno de los espacios de la Red Natura 2000 de la reserva de la biosfera, por lo que es un hecho que supone “un atentado grave a este cauce de gran valor ambiental”, aseguran. Además señalan que no sólo se repite cada año, sino que también se realizan actuaciones similares en otras regatas del entorno.
“Cuando en verano baja la disponibilidad de agua y, sin embargo, aumenta la demanda, el Consorcio recurre a las captaciones para completar el abastecimiento de Busturia, Mundaka y Sukarrieta, y a la entidad de población de Demiku del municipio de Bermeo”, denuncian desde Eguzki. De hecho, según detallan en la denuncia, “los mayores problemas se presentan durante los meses de agosto y septiembre, cuando la demanda es superior a la del resto de los meses y las aportaciones son en general mucho menores. A pesar de que este subsistema se ve apoyado en época de sequía por el subsistema de Gernika, no consigue satisfacer la totalidad de la demanda durante los meses de agosto y septiembre”, dicen, para recalcar que se trata de un problema recurrente. De hecho, ya en en 2018 la Agencia Vasca del Agua (URA) multó al Consorcio de Aguas de Busturialdea con 1.500 euros por no respetar el caudal ecológico mínimo.
Según los estudios que aporta la organización ecologista, “durante gran parte del año, las captaciones del Mape son suficientes para aportar todo el caudal requerido por este subsistema, sin embargo, en época de estiaje, tan sólo son capaces de cubrir un 20% de las necesidades. Teniendo en cuenta que, para el cumplimiento de los objetivos medioambientales, tal y como marca la DMA es necesario mantener los caudales ecológicos, tan sólo se cubriría en 10% de la demanda total”.
Sin conexión al sistema del Zadorra
Precisamente los problemas de abastecimiento en la zona llevaron al Consorcio de Aguas de Busturialdea a integrarse en el Consorcio de Aguas de Bilbao-Bizkaia, que se hizo efectivo en enero de 2022. En verano de ese mismo año los problemas de sequía obligaron a llevar agua en barco desde el Puerto de Bilbao hasta el de Bermeo para poder abastecer de agua la zona ante la sequía de esos meses. Pese a que la zona ya se había incorporado al Consorcio, la zona no estaba aún conectada al sistema del Zadorra, el que nutre de agua a Vitoria y al 80% de los municipios consorciados de Bizkaia. De hecho, sigue sin llevarse a cabo la conexión a este sistema, que se realizará mediante un tubo de más de 15 kilómetros entre Bermeo y Mungia, localidad hasta la que sí llega el abastecimiento del Zadorra- por debajo de Sollube, Una infraestructura que todavía está en fase de estudio y tardará varios años en materializarse por la complejidad de la obra. Este verano no ha sido necesario trasladar el agua en barco a la zona, pero sí se ha restringido su utilización para usos no esenciales.
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