El PNV lleva a Donostia su asamblea para el reseteo interno y buscando también una “organización ágil y de militancia”
La asamblea nacional del PNV ha acordado este domingo llevar a Donostia el cónclave que elegirá al nuevo presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB) y a la nueva dirección y que, sobre todo, resetee una organización que no ha evitado el desgaste en las urnas en el último ciclo electoral. Sin que esté aún clara la continuidad de Andoni Ortuzar, en el cargo desde 2013 y antes desde 2008 líder de la organización local más poderosa, la de Bizkaia, el partido ha iniciado ya oficialmente el proceso de renovación con este anuncio. Culminará los días 29 y 30 de marzo en la capital guipuzcoana.
Aprovechando el Alderdi Eguna, la celebración de la fiesta anual del partido en Foronda, a las afueras de Vitoria, el PNV ha reunido a su máximo órgano entre congresos, como estaba previsto. Ortuzar ha comunicado el calendario y el procedimiento del proceso interno. Como siempre, será a doble vuelta. En la primera, del 20 de enero al 2 de febrero, los afiliados podrán proponer en los batzokis un nombre para liderar el EBB y seis 'burukides' o dirigentes. De la segunda vuelta saldrá la composición definitiva de la dirección nacional. “Pasarán a segunda vuelta aquellas personas que hayan recibido el respaldo de al menos tres organizaciones municipales. En esa segunda vuelta, que se celebrará del 10 al 26 de febrero, la afiliación volverá a tener derecho a elegir un candidato o candidata a la presidencia del EBB y a ocho burukides”, recalca la formación.
Después, del 27 de febrero al 26 de marzo habrá asambleas regionales en cada territorio histórico. De ahí saldrán los compromisarios que irán a la asamblea general. Estos delegados tienen “voto imperativo”, es decir, han de apoyar a los candidatos respaldados en sus respectivas bases. Este complejo proceso, exclusivo de esta formación. es al que se agarra Ortuzar para no responder a la pregunta clave sobre su continuidad. Insiste en que son las bases las que ponen los nombres y que nadie se puede ni postular ni apartarse. No se espera que en los discursos del Alderdi Eguna aluda tampoco a este asunto, latente internamente desde que se prescindió de Iñigo Urkullu como lehendakari y se optó por un relevo generacional. El EBB, de hecho, está controlado en esencia por coetáneos de Urkullu, como el propio Ortuzar o Joseba Aurrekoetxea o Koldo Mediavilla, entre otros.
El aún presidente del PNV ha informado también de que el reseteo interno, al que por momentos ha dado alcance refundacional como la primera asamblea o congreso tras la dictadura (Pamplona, 1977) o a la primera tras la escisión de EA (Zestoa, 1987), tocará cinco ponencias políticas. Son “Euskadi, nación en Europa”, “justicia social”, “mundo mejor, sostenible y en paz”, “vínculos con la ciudadanía vasca” y un quinto documento interno para lograr una “organización democrática, de militancia y ágil para responder a los retos políticos y sociales de Euskadi”. “Los borradores de estos documentos, que serán elaborados durante los meses de octubre y noviembre de forma participativa por equipos integrados por alderdikides [afiliados], serán aprobados con posterioridad por el EBB y enviados para su debate a las organizaciones municipales el 9 de diciembre. El 10 de marzo será la fecha tope para la presentación de propuestas de resolución y comunicaciones. Y será en el marco de la asamblea general, los días 29 y 30 de marzo, cuando se aprueben definitivamente estos documentos”, ha explicado el PNV.
A partir de ahora, las cinco territoriales del PNV decidirán si activan también el proceso de renovación, también de doble vuelta. Podrían hacerlo todas o algunas y en paralelo o no al proceso nacional. En el caso de las de la comunidad autónoma, en Bizkaia, la más fuerte, hay una creciente corriente interna crítica con Itxaso Atutxa; en Álava José Antonio Suso ya ha dicho que no sigue; y en Gipuzkoa, salvo un breve período, no ha habido otro líder que Joseba Egibar desde la escisión.
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