PP+Cs forzará en el Parlamento Vasco que EH Bildu se pronuncie sobre la “condena al terrorismo de ETA”
La coalición PP+Cs ha presentado este miércoles a los otros partidos con representación en el Parlamento Vasco una propuesta para que la Cámara apruebe una declaración institucional solemne con motivo del décimo aniversario del final de la violencia, una fecha que se cumple este miércoles. El texto busca forzar a EH Bildu a que acepte una “condena al terrorismo de ETA” y que se sume a una exigencia de “colaboración en el esclarecimiento de los asesinatos impunes”, más de 300 según las asociaciones de víctimas. La coalición abertzale ya ha rechazado esa terminología en otras ocasiones y, en vísperas de que se celebre el pleno parlamentario de este jueves, varias fuentes parlamentarias ven “imposible” un pronunciamiento unitario salvo giro político mayúsculo.
Conforme al reglamento, el Parlamento solamente puede emitir una declaración institucional con el concurso unánime de todos los partidos políticos. En esta legislatura, con la presencia de Vox, esas sumas han resultados imposibles. Así ocurrió en noviembre del año pasado con un texto contra la violencia de género, vetado por la ultraderecha. A la inversa, en febrero, un mensaje contra el cáncer no fue aceptado por EH Bildu por tener la firma de Vox. Salvo sorpresa política mayúscula, no habrá un mensaje oficial diez años después del final de ETA. En otras ocasiones esto se ha solventado o bien con una lectura oficiosa de los grupos que sí la apoyan ante los medios de comunicación o con la asunción del texto como declaración de la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria.
Fuentes parlamentarias indican que el portavoz de PP+Cs, Carmelo Barrio, ha enviado el documento -de cuatro párrafos- a todos los portavoces y a la presidenta. El texto también ha llegado al buzón de EH Bildu, que prefiere no hacer comentarios al respecto en este momento. Vox ya habría aceptado secundarlo en su formulación original y PSE-EE y PNV ven oportuno un mensaje en esta fecha simbólica, no pondrán “problemas” a su tramitación y, en todo caso, analizarán la literalidad para introducir posibles ajustes. En una línea similar, Elkarrekin Podemos-IU está “a favor de consensuar un texto”, aunque se da un margen para valorar su redacción final.
Se da la circunstancia de que hace diez años tampoco hubo forma de lograr un consenso en torno al comunicado de ETA. Por aquel entonces la izquierda abertzale no estaba en la Cámara como tal al haber sido ilegalizadas varias de sus marcas pero sí dos de los partidos que ahora forman parte de EH Bildu, EA y Aralar, que secundaron texto. Quien se desmarcó fue UPyD, con un escaño. Su portavoz, Gorka Maneiro, interpretó que la propuesta se quedaba corta porque ETA no se había disuelto ni había entregado las armas, por lo que se requerían más exigencias. La presidenta del Parlamento Vasco era entonces Arantza Quiroga, del PP.
Más allá de lo simbólico, en aquella legislatura sí se aprobó el denominado 'suelo ético', una guía para fijar las bases compartidas de lo ocurrido en Euskadi y para gestionar el final de ETA. Sin embargo, ni su gestación fue sencilla ni su recorrido muy largo. El acuerdo original reunió a PNV, PSE-EE, PP, UPyD, EA e IU y lo secundó igualmente quien era portavoz de Aralar, partido escindido en su momento de HB y que tenía cuatro escaños. Ya entonces se había creado Bildu y Amaiur, gérmenes de la actual EH Bildu en la que se integrado y disuelto esa formación. Tres de los cuatro electos por Aralar, encabezados por Aintzane Ezenarro, avalaban ese 'sí' el 'suelo ético'. No lo hizo Dani Maeztu, que luego pasó a EH Bildu. Ezenarro y sus dos compañeros fueron expulsados y la primera, en la actualidad, sigue en política en cargos propuestos por el PNV. Es la directora del Instituto de la Memoria (Gogora). Después de las elecciones de 2012 se replanteó este debate y ya con EH Bildu no hubo consenso unánime. En 2018 y 2019 se votaron igualmente sendas propuestas para rechazar los 'ongi etorri', los recibimientos a exmiembros de ETA a su salida de la cárcel. EH Bildu se abstuvo hace tres años y votó en contra hace dos.
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